Los mayores patinazos verbales de Boris Johnson, nuevo jefe de la diplomacia británica

El canciller francés, Jean-Marc Ayrault, saluda a su nuevo colega calificándolo de «mentiroso»

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Aunque el nuevo responsable de la diplomacia británica, Boris Johnson -ex alcalde de Londres y líder del bando tory en favor de la salida de la UE- insiste en que “dejar la Unión Europea no significa dejar Europa”, su nombramiento va a revolucionar los consejos de ministros europeos durante al menos dos años, plazo mínimo para que se consume el Brexit.

Nada más conocerse la elección de Johnson, no han tardado en aflorar en la prensa algunos de sus mayores excesos verbales a la hora de juzgar a dirigentes mundiales. Por ejemplo, en 2007, cuando Hillary Clinton parecía la mejor situada para ganar las presidenciales de 2008, Boris Johnson escribió en su columna del dominical Sunday Telegraph que la política norteamericana “tiene los cabellos teñidos de rubio, los labios malhumorados y una mirada de azul acero como la de una enfermera sádica de un psiquiátrico”.

No está mal. Y para rematar, un apunte machista: “Si Bill puede gestionar la relación con Hillary, también puede sin duda manejar cualquier crisis mundial”.

Otra perla de Boris. En el tabloide The Sun, el ex alcalde criticó en su día la devolución de un busto de Churchill prestado por el Reino Unido. El gesto de la Administración Obama no gustó a muchos en Gran Bretaña. Johnson escribió entonces: “Algunos han dicho que esto ha sido un desaire a Gran Bretaña. Otros, que es un símbolo del rechazo ancestral del presidente, mitad keniano, hacia el imperio británico del que Churchill era ferviente defensor”.

En fechas recientes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, protagonizó una polémica a raíz de una broma de dudoso buen gusto por parte de un cómico alemán, que mencionó las relaciones del líder otomano con una cabra. Boris Johnson se presentó a un concurso similar de poemas zafios contra Erdogan en el Reino Unido, y lo ganó. Turquía será pues otro de los países con los que el Gobierno británico tendrá que emplearse ahora a fondo, con Boris al frente de la cancillería.

Aunque en materia de continencia verbal, el ministro de Exteriores francés tampoco es un prodigio de diplomacia. Ayer, tras conocerse el nombramiento de Boris Johnson, Jean-Marc Ayrault afirmó en una entrevista en Radio Europe 1 que su nuevo colega británico “es un mentiroso, que engañó a los británicos” cuando hizo campaña en favor del Brexit.

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