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Una multitud esperan para evacuar el barrio de Al-Salhen en el este de Alepo - EFE/Stringer

Más de 150.000 civiles viven bajo la amenaza de ser «exterminados» en Alepo

Rusia anunció ayer en Hamburgo un «cese temporal de las actividades militares del Ejército de Siria»

CORRESPONSAL EN JERUSALÉN Actualizado: Guardar
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Después de dos semanas de intensa ofensiva contra los barrios orientales de Alepo la situación de los civiles que permanecen en las zonas bajo control opositores es límite debido a los bombardeos y a la carestía total de alimentos, medicinas y productos básicos. Ellos son quienes más rápido comprobarán si se cumple o no el «cese temporal de las actividades militares del Ejército de Siria», anunciado por el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en Hamburgo, tras un encuentro con su homónimo estadounidense, John Kerry. Esta decisión podría ayudar a llevar a cabo las evacuaciones urgentes de civiles que demandan los organismos humanitarios desde hace meses y que no se han podido realizar por la falta de acuerdos. La Media Luna Roja Siria pudo evacuar a 150 personas, la mayoría enfermos, heridos o con discapacidad, de un geriátrico de la Ciudad Vieja, la primera gran evacuación de este tipo que se pudo llevar a cabo después de que las fuerzas leales al Gobierno de Damasco retomaran el control total de la zona histórica de la ciudad.

Se trata de una victoria simbólica y estratégica frente a unos opositores que piden de manera urgente una «tregua humanitaria» de cinco días, pero descartan su retirada, tal y como exigen Rusia y Siria para decretar una tregua.

Sin mucha esperanza en las conversaciones que han retomado Estados Unidos y Rusia, el gran aliado diplomático y militar del presidente Bashar Al Assad, el representante del consejo rebelde de Alepo, Brita Haji Hassan, viajó hasta Ginebra para entrevistarse con el enviado de la ONU a Siria, Staffan de Mistura, a quien transmitirá que «hay 150.000 personas amenazadas con ser exterminadas y pedimos el final de los bombardeos y corredores seguros para todos». Dependiendo de las fuentes el número de civiles que permanecería en la zona opositora de Alepo oscila entre los 100.000 y 200.000, y entre ellos unas 1.500 personas precisan «evacuación urgente», según Twfik Chamaa, representante de la opositora Union of Syrian Medical Relief Organisations (UOSSM), quien pidió «una evacuación bajo observación internacional para que los heridos no sean ejecutados».

Entre 400 o 500 el número de niños que necesitan salir inmediatamente para recibir tratamiento médico

El responsable humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, insistió también un día más en la necesidad de lograr acceso a las zonas cercadas y elevó a 400 o 500 el número de niños que necesitan salir inmediatamente para recibir tratamiento médico. «Los grupos opositores y las autoridades civiles opositoras dicen que no ponen condiciones y piden una pausa para poder evacuar. Rusia dijo que seguirá negociando con nosotros cómo evacuar, pero ya no prometen establecer una pausa», señaló Egeland. El organismo internacional estima que unos 33.000 civiles han tenido que escapar de las zonas orientales en los últimos diez días debido a la intensidad de los combates, de ellos 20.000 habrían llegado a la parte de Alepo bajo control del Gobierno. Miles han encontrado también refugio en el distrito de Sheij Masoud, que controlan los kurdos.

Una «gran victoria»

Con la victoria final cada vez más cerca, Assad realizó un balance de la situación en una entrevista concedida al diario sirio Al Watan en la que confesó que «es cierto que Alepo será una victoria», que supondrá «un giro mayor en la guerra», pero dejó claro que «no significa el fin de la guerra». En opinión del mandatario, la contienda «no acabará hasta la eliminación total del terrorismo, los terroristas están localizados en otras áreas, incluso si terminamos en Alepo, continuaremos la guerra contra ellos». Ante la petición del alto el fuego humanitario por parte del enemigo, Assad adelantó que no habrá tregua porque, teniendo en cuenta experiencia pasadas, «beneficiaria a los terroristas, ya que les daría un respiro y les permitiría reagruparse».

Al Assad se muestra contrario a cualquier tregua: «Beneficiaria a los terroristas, ya que les daría un respiro y les permitiría reagruparse»

Pero quien manda de verdad sobre el terreno es Rusia y Lavrov, tras anunciar el cese temporal de las actividades militares del Ejército sirio en Alepo, anunció que el sábado tendrá lugar una reunión de expertos de Rusia y Estados Unidos en Ginebra para discutir las evacuaciones que sean necesarias, según informó la agencia Ria Novosti. Después de meses con el diálogo congelado, tras el último fracaso de tregua en septiembre, las dos grandes potencias vuelven a sentarse para hablar cara a cara de Siria, un diálogo en el que la condición previa de Moscú para declarar el alto el fuego es la salida de los grupos armados de la oposición de la zona oriental de Alepo. Washington no ha sido capaz de cumplir esta exigencia debido a la falta de control que tiene sobre los cientos de grupos que combaten en Siria, muchos de ellos vinculados con el Frente Fatah Al Sham, franquicia local de Al Qaida.

Rusia blinda al Gobierno de Assad ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ya ha vetado seis resoluciones de alto el fuego, apoya cada día desde el aire con bombardeos y también tiene tropas desplegadas, la gran diferencia respecto a Estados Unidos, para quien el envío de soldados es una línea roja impuesta por el presidente Barack Obama. El ministerio de Defensa ruso ha informado de al menos tres bajas en la última semana, de ellas dos médicos en un hospital de campaña bombardeado por al oposición. «Cualquier acuerdo entre rusos y estadounidenses pasa por la retirada de los grupos terroristas de las zonas en las que se atrincheran», aseguraron fuentes oficiales sirias consultadas por este medio en Damasco tras conocer el anuncio de Lavrov, un modelo que ya se ha repetido en Homs y en todo el cinturón rural de Damasco.

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