Macri no logra vender el Tango 01, el avión más lujoso de Sudamérica

El Gobierno argentino ha bajado su precio porque nadie lo quiere. En su interior guarda innumerables anécdotas

CORRESPONSAL EN BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
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El Tango 01, el avión más famoso de Argentina y de Sudamérica, aguarda desde hace un año un comprador que no llega. El Gobierno de Mauricio Macri lo puso a la venta confiado en que algún inversor mostrase interés por este Boeing-757 que encargó Carlos Menem a principios de los años 90. Pero el interesado sigue sin aparecer. Entre tanto, el precio, como las esperanzas de hacer negocio con él, cae en picado y de los 5,38 millones de dólares (4,7 millones de euros) que se pedían inicialmente, ahora bastaría 1,5 (1,3 millones de euros) para convertirse en su flamante propietario.

Las ofertas no aparecen en el horizonte y la nave con más secretos ocultos en su fuselaje de la historia de Argentina parece que sólo la puede aprovechar el mundo del cine.

La primera película en hacerlo ha sido "La Cordillera", protagonizada por Ricardo Darín. Previsto su estreno en los próximos días en el Festival de Cannes, el rodaje tuvo algunos contratiempos que se suman a la vieja colección de anécdotas propias del aparato: una grúa o columna de iluminación se desplomó sobre una de las alas.

El Tango 01, la envidia de gobiernos de otra época, se ha convertido definitivamente en un problema. Argentina no logra venderlo pero tiene que mantenerlo, aunque sea mínimamente. El presidente, sus ministros o secretarios de Estado tampoco pueden hacer uso de este símbolo del menemismo del siglo pasado. Ninguno puede recurrir a él para trayectos largos porque carece de autonomía ni para los cortos al tener "vencida la última inspección de mantenimiento (desde julio de 2016) y la del conjunto de trenes de aterrizaje y motores (en octubre)", según publica el diario "La Nación", que se remite a las explicaciones de la oficina del secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis.

No obstante, comprar el "Tango 01" por millón y medio de dólares, pese a sus años, parecería que es una ganga. Quizás por esa razón, algunas voces sugieren desistir de su venta y dejarlo para exhibir en un museo de aeronavegación (como sucede en Estados Unidos con los aviones presidenciales). La idea no suena mal. Ver y caminar por su interior podría resultar una experiencia atractiva para no pocos argentinos (y extranjeros). Visitar las dos suites y en especial la principal donde se recostaron, entre otros, Menem, Fernando De La Rúa y el matrimonio Kirchner, seguro que satisface con creces la curiosidad –o el morbo– de muchos. Lo mismo sucedería al apreciar el mundo interior del Tango 01, tocar esos revestimientos de caoba, o la grifería de varios quilates que pidió colocar expresamente Menem.

El lujo del aparato, el derroche y la corrupción sobrevivió con las décadas. Con Cristina Fernández de Kirchner en la Presidencia, el Gobierno desembolsó 132.132 dólares por una vajilla que incluía algo insólito: 546 unidades de cada pieza.

La ostentación, pero sobre todo las limitaciones de autonomía, llevaron a Fernando de la Rúa a tratar de vender el avión pero, como le está sucediendo ahora a Mauricio Macri, no encontró comprador. Llegado este punto, la ironía y el humor se imponen y hasta hay quien sugiere que el destino del Tango 01 debería ser un, "boliche, un restaurante o un telo", en alusión a los célebres hoteles de alojamiento por horas que nunca pasan de moda en Argentina. De este modo, garantizan, "el negocio sería un éxito". Entre tanto, el destino del Tango 01 sigue en el aire.

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