Lula compara el Gobierno de Bolsonaro con el nazismo por su guerra contra la cultura

Acompañado por la expresidenta Dilma Rousseff (2011-16), acusó al mandatario brasileño de moverse por impulsos de venganza contra los artistas

Lula da Silva y Dilma Rousseff, durante el acto en apoyo de la cultura EFE

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Rodeado por intelectuales y artistas, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-10), comparó el Gobierno de Jair Bolsonaro a la época del nazismo, acusando al ultraderechista de atacar la cultura y las artes, como una vía para destruir la sociedad brasileña.

«Como en la Alemania nazi, quieren destruir Brasil comenzando por la cultura. No lo permitiremos. Vamos a resistir, como ya resistimos a otras pesadillas», aseguró Lula en un concurrido acto político en el emblemático centro cultural Circo Voador, marco histórico de importantes veladas artísticas, en Río de Janeiro. Fue su primera aparición pública en la segunda mayor ciudad brasileña, tras pasar 580 días en la cárcel , condenado por corrupción.

Acompañado por la expresidenta Dilma Rousseff (2011-16), Lula acusó a Bolsonaro de moverse por impulsos de venganza contra los artistas, que en su mayoría, registraron su rechazo a la elección del líder ultraconservador.

Según el diario «Folha de São Paul«, Lula estaba afónico, afectado por una gripe, declaró que a través de la cultura el pueblo brasileño «va a hacer la revolución que necesita», además de defender la cultura como derecho, expresión y riqueza de Brasil.

«Es necesario recordar que la censura impuesta por el actual Gobierno no es apenas a la cultura. Es también al conocimiento», dijo el líder de la izquierda brasileña, que también criticó los procesos que le impiden candidatarse por tercera vez a la presidencia.

Bolsonaro contra las artes

Las declaraciones del principal opositor al actual Gobierno, fueron celebradas por los cerca de 500 artistas e intelectuales presentes. La cultura ha sido uno de los principales blancos de Bolsonaro , que inició su gestión cerrando el ministerio de Cultura, reduciendo el presupuesto del sector y viene censurando exposiciones, películas y todo lo que considera «de izquierda».

En declaraciones a la prensa y en los vídeos que graba en Youtube, Bolsonaro ha reiterado que su Gobierno revertirá el pensamiento y las políticas educativas que considera dominadas por la izquierda. Su posición ha afectado además las áreas de educación y de ciencias, que también han sufrido recortes.

El lunes, Bolsonaro cerró la TV Escola , una cadena de televisión pública, que transmite cursos de todas las áreas del conocimiento, creada en 1996, durante el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, para ayudar en la formación de profesores. Su argumento para la cancelación fue que la programación era «de izquierda» y no tenía audiencia.

A su vez, el presidente calificó de «energúmeno» al fallecido educador brasileño Paulo Freire (1921-97), considerado una referência internacional en educación, que recibió en vida 37 títulos Honoris Causa, entre ellos, el de la Complutense (1991), y de la Universidad de Barcelona (1988).

Contra la diva Montenegro

Los ataques de Bolsonaro y de sus funcionarios contra la cultura, han incluído a la primera dama del teatro brasileño, Fernanda Montenegro, que a los 90 años es una venerada diva en Brasil. Montenegro fue candidata al Oscar de mejor actriz, ganadora del Oso de Plata, en Berlín (1998) y del Emmy Internacional (2013).

Montenegro ha respondido a los ataques del Gobierno apuntando una «jornada fundamentalista» contra las artes, especialmente el cine. «Es una nueva moralidad que condena cualquier estructura contraria a su Dios», declaró la actriz, tras ser señalada de «mentirosa» y «sórdida», por Roberto Alvim , nombrado secretario de cultura, el mes pasado, tras ese ataque. Alvim cuestionaba una foto de Montenegro, que celebraba sus 90 años, donde posaba como una bruja sobre una hoguera hecha de libros.

Apoyado por iglesias neopentacostales, el excapitán del Ejército no reconoce las acusaciones de censura y ha declarado que los proyectos que no reciben fondos son los que « no respetan los valores tradicionales ». «Eso no es censura. Es preservar los valores cristianos, tratar a los jóvenes con respeto, reconocer a las familias», ha defendido Bolsonaro.

La Agencia Nacional de Cine (Ancine) una de las entidades que más ha recibido presiones, canceló el apoyo a las películas con temas homosexuales y sobre la militancia negra, así como ha retirado de su sede y de su sitio web todos los afiches que considera izquierdistas. «No tienen audiencia. Es un dinero echado a la basura», declaró Bolsonaro al retirar el apoyo a películas con esas temáticas.

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