López Obrador cumple 100 días como presidente de México con altos niveles de popularidad

Su empeño en dividir el país entre mexicanos «buenos» y «malos» es lo que más está caracterizando su inicio de mandato

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador llega para entregar su informe sobre los primeros 100 días de gobierno AFP

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acaba de cumplir 100 días como presidente de México, sus primeros 144.400 minutos de gobierno que sella con niveles de aprobación superiores al 60%. Según la consultora Integralia, la popularidad de AMLO es significativamente superior a la de los tres expresidentes anteriores —Fox, Calderón y Peña Nieto— en el mismo periodo, un elevado nivel de aprobación logrado por su estilo sencillo y cercano a la ciudadanía, además del hartazgo que todavía prevalece en la sociedad la denominada «mafia del poder », término con el que descalifica López Obrador a los gobiernos anteriores antes de su llegada a la presidencia el 1 de diciembre de 2018.

Precisamente, su empeño en dividir el país entre mexicanos «buenos» y «malos» es lo que más caracteriza sus primeros 100 días de gobierno. A través de las 67 conferencias que celebra todos los días a las 7 de la mañana, AMLO predica la existencia de un México «bueno», es decir, el pueblo humilde que dice representar, y el «malo», formado por despiadados empresarios y políticos corruptos que constantemente oprimen a la ciudadanía. Dentro de esta batalla entre el yin y el yang, López Obrador se presenta como el único capaz de equilibrar la balanza en favor del pueblo.

Bajo esta forma de ver el mundo, López Obrador se ha esforzado durante estos primeros tres meses por intentar marcar distancia de los gobiernos anteriores. Convirtió la residencia oficial del presidente de México, Los Pinos, en un museo porque aseguró que seguiría viviendo en su apartamento en Ciudad de México, con el pueblo. Sin embargo, finalmente ha terminado por mudarse al histórico Palacio Nacional, ubicado en el centro de la capital. A su vez, ha reducido el salario del presidente de México a la mitad, vendido el avión presidencial y viaja en clase turista.

Del lado empresarial, su gobierno se ha caracterizado por tomar decisiones arbitrarias que crean incertidumbre para poner fin lo que califica como el « modelo neoliberal », instaurado según AMLO en México desde mediados de los años 80. Con este objetivo decidió cancelar la construcción de un nuevo aeropuerto de Ciudad de México presupuestado por unos 3.800 millones de euros, ya que alega que el proyecto está plagado de casos de corrupción, a pesar de que no ha sido descubierto ningún acto ilícito en los 450 contratos licitados para construir la obra. FCC y Acciona participan en el proyecto que está completado al 30%.

A su vez, el presidente ha puesto en marcha un plan para salvar a la empresa estatal Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con un total de 106.000 millones de dólares. Dentro de esta estrategia, AMLO ha congelado la celebración de nuevas rondas públicas para licitar la exploración y producción de pozos por parte de empresas privadas, un sistema puesto en marcha por la anterior administración de Peña Nieto debido a la falta de recursos de Pemex para invertir en nuevos campos. México ha pasado de producir en 2009 a cerca de 2,7 millones de barriles diarios a apenas 1,8 millones en 2018, tendencia que AMLO quiere revertir sin la participación de empresas privadas en subastas abiertas, puesto que considera que la reforma de Peña Nieto provocó «corrupción».

Ante la situación de incertidumbre, las agencias de calificación Fitch y Standard & Poor’s han reducido las calificaciones de deuda de México y de Pemex, además de las perspectivas económicas que realizan sobre el país en el corto plazo.

Certidumbre en lo social

En el plano social, su gobierno ha mantenido mayor certidumbre que en la parte económica. Sus objetivos en este ámbito pasan por combatir la pobreza con mayores políticas de bienestar, sanidad y educación. El 43,6% de los mexicanos viven actualmente en situación de pobreza.

Entre otras medidas, ha elevado el salario mínimo que cobran los trabajadores de 88,36 pesos al día (3,85 euros) a 102 pesos (4,45 euros) diarios, mientras que en los estados fronterizos con Estados Unidos subirá a 176 pesos (7,68 euros). También ha destinado en sus primeros presupuestos un 6% más en bienestar social e igualdad para 2019, además de prometer la creación de 100 universidades públicas en municipios con menos de 45.000 habitantes en los que la población vive en pobreza. Además, ha prometido eliminar el actual sistema de salud pública en México para personas sin seguridad social y crear otro que garantice una atención médica gratuita y de calidad.

La búsqueda de los 40.000 desaparecidos que oficialmente hay en México ha sido otro de los importantes focos de su gobierno. «Se trata de un saldo doloroso, terrible, de la política económica neoliberal», dijo el presidente en la presentación de un plan para buscar los miles de personas desaparecidas en el país. En ese aspecto, una de sus primeras medidas fue firmar un decreto para ordenar la creación de una Comisión de La Verdad para investigar qué ocurrió con los 43 estudiantes del municipio de Ayotzinapa, quienes desaparecieron la noche del 26 de septiembre de 2014. Cuatro años después, el polémico crimen sigue sin ser resuelto.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación