El fabricante danés no trabajará más con el diario después de que un padre les afease su colaboración en una carta que se hizo popular en internet.
El fabricante danés no trabajará más con el diario después de que un padre les afease su colaboración en una carta que se hizo popular en internet. - ABC

Lego no hará promociones con el «Daily Mail» por su tono xenófobo en el Brexit

La compañía danesa tomó la decisión después de la carta de protesta de un padre

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Lego, la popular compañía danesa de juguetes, mantenía desde 2013 un acuerdo con el «Daily Mail» para hacer promociones para sus lectores. Los compradores del diario podían hacerse gratis con algunos muñecos de Lego presentando un cupón del periódico. En la portada de este sábado todavía había un anuncio de una de esas promociones. Pero el fabricante danés ha anunciado que no trabajará más con el diario sensacionalista de línea conservadora eurófoba, después de que un padre les afease su colaboración en una carta que se hizo popular en internet. La decisión coincide con una campaña de una oenegé anti xenófoba en la misma línea.

Bob Jones escribió una «carta abierta a Lego», en donde les advertía que el periódico «ha ido muy lejos» y les pedían que rompiesen con él.

El padre acusaba al «Daily Mail» de «crear desconfianza sobre los extranjeros» y «acusarlos de todo». También recordaba que para descalificar a los tres jueces del Alto Tribunal que acordaron que el Brexit se vote en el Parlamento, el periódico señaló que uno de ellos es homosexual. Por todo ello no veía adecuado que la compañía juguetera se asociase con ellos. «Lego siempre ha sido un producto integrador, que rompía barreras de género, que estimulaba la imaginación de los niños y les daba confianza para hacer sus propias cosas».

La compañía danesa no ha entrado al fondo de la cuestión, se ha limitado a señalar en un comunicado que «nuestro acuerdo con el ‘Daily Mail’ ha acabado y no tenemos intención de suscribir otro en un futuro próximo». También añaden que siempre prestan gran atención a lo que piensan los niños y sus padres y abuelos.

El periódico es el número uno en internet del Reino Unido, con 15 millones de lectores, y el segundo en la venta en papel tras «The Sun». Por su parte Lego es una gran multinacional juguetera, que nació en 1932, fruto del ingenio del carpintero Ole Kirk Christiansen. Uno de sus nietos está hoy al frente de la compañía. Antes de su acuerdo con el «Mail», Lego hacía promociones con «The Sun». El periódico se ha limitado a señalar simplemente el acuerdo con la juguetera, que mantenía desde hace tres años, ya había finalizado.

La polémica tiene lugar en medio de una campaña de la asociación Stop Funding Hate (paremos de financiar el odio), organización creada el pasado verano, que trata de evitar que las empresas se anuncien en medios xenófobos. «La gente empieza a darse cuenta de que el dinero que gasta puede acabar apoyando publicaciones cuyas historias, lenguaje o descripción de la gente alientan la división. Hay que abordar este problema».

La iniciativa es controvertida, porque trata de coaccionar la libertad de los periódicos para mantener su propia línea editorial. Stop Funding Hate quiere que se vete a «Daily Mail», «The Sun» y «Daily Express», periódicos que hicieron una ardorosa campaña a favor del Brexit, a veces incurriendo en la xenofobia con su descalificación global de los inmigrantes. La asociación se ha dirigido a Lego y a tres de los mayores supermercados de gama media-alta del país: Waitrose, Marks & Spencer y John Lewis.

El diputado conservador Andrew Bridge, partidario del Brexit, se opone a la iniciativa. «En un régimen de libertad de prensa ninguna empresa debería pretender influenciar la línea editorial y los contenidos».

Desde el triunfo del Brexit el pasado 26 de junio el Reino Unido sufre un incremento de la xenofobia. Los llamados «crímenes de odio» –acosos y violencia contra extranjeros- se han disparado. Un inmigrante polaco murió en un ataque en la pequeña ciudad de Harrow y durante la campaña, un ultra neonazi mató a la diputada laborista Jo Cox, que hacía campaña por el Remain. El Gobierno de Theresa May también ha suscitado críticas con su proyecto, luego retirado, de exigir a las empresas listas de trabajadores extranjeros.

Tras la sentencia del Alto Tribunal, contraria a los intereses de los brexiters, el «Mail» publicó la foto de los tres jueces bajo el titular de «enemigos del pueblo». Por su parte el «Express» abrió con «la democracia ha muerto».

El Reino Unido recibió en el pasado año 300.000 inmigrantes extranjeros, el triple del tope de cien mil al año que había prometido David Cameron. La inmigración acabó convirtiéndose en el tema de debate estelar en la campaña del referéndum, con argumentos como que los que llegan quitan sus trabajos a los británicos, aunque la tasa de paro está en el 4,9%.

Nigel Farage, el controvertido líder del partido xenógobo UKIP, ha sido el primer político británico recibido por Donald Trump, que lo atendió el pasado sábado en su torre de la Quinta Avenida de Nueva York.

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