Laboristas e independentistas llegan a un preacuerdo para presentar una moción de censura contra Johnson

El Parlamento británico votará el próximo lunes o martes la moción así como una extensión de la fecha del Brexit

Íñigo Gurruchaga

El Partido Nacional Escocés (SNP) y el Partido Laborista quieren promover esta semana una moción de censura contra el primer ministro británico, Boris Johnson , y que se forme un Gobierno provisional, o de unidad nacional, para pedir a la Unión Europea (UE) la prórroga del Brexit más allá de la fecha acordada del 31 de octubre, y convocar unas elecciones o un referéndum; o ambas cosas en los próximos meses.

Uno de los mayores obstáculos para que ese proyecto salga adelante es la falta de acuerdo sobre quién debería encabezar ese Gobierno interino. La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ya señaló el viernes que no se opondría a que el laborista Jeremy Corbyn presidiera ese Gobierno interino . Sin embargo, el Partido Liberal Demócrata y los diputados conservadores proeuropeos, cuyos votos son necesarios para que una moción prospere, no ven con buenos ojos al político izquierdista y prefieren a un candidato de consenso.

Un diputado nacionalista escocés, Stewart Hosie, recorrió este sábado televisiones y radios alertando de que el derrocamiento de Johnson es ya la única manera segura de evitar la marcha sin acuerdo y después de que la moción de censura podría presentarse el lunes o martes .

«Tenemos que actuar porque ahora mismo no tenemos confianza de que el primer ministro obedecerá la ley y buscará la extensión por la que el Parlamento votó hace solo unas semanas», dijo Hosie a la BBC. El que fue también líder adjunto del SNP, dijo que el objetivo era detener un Brexit sin acuerdo, y que todos los partidos de oposición y los rebeldes «tories» necesitaban unirse.

Elecciones generales

En su séptima votación perdida en el Parlamento, el Gobierno vio cómo la oposición le negaba el viernes un receso para celebrar la conferencia anual del Partido Conservador en Mánchester, que comienza hoy domingo y se clausura el miércoles con un discurso de Johnson. En vez de la apoteosis de optimismo «brexiter» que el líder alienta, tendría que regresar rápidamente a Londres para no perder el Gobierno.

La oposición parecía encaminada por otra vía. Logró al principio de septiembre la aprobación de una ley que obliga al primer ministro a solicitar una prórroga del Brexit si regresa del Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre sin acuerdo. Una vez garantizada la extensión del plazo, los partidos de la oposición le exigirían a Johnson la convocatoria de unas elecciones generales.

El líder conservador no podría negarlas. Después de que el Tribunal Supremo anulase por ilegal su cierre temporal del Parlamento, su sesión de reapertura, el miércoles, causó asombro y muchas quejas por la ferocidad verbal del Gobierno, y especialmente de Johnson, en desacreditar a la Cámara de los Comunes por su supuesta parálisis y en exigir que la oposición aceptase unas elecciones.

El jueves, los diputados quisieron interrogar al primer ministro con más detalle sobre otro aspecto de la velada anterior: cómo pueden ser compatibles su garantía de que cumplirá la ley y al mismo tiempo insistir en que no solicitará la extensión. Johnson encomendó a un diputado con bajo rango en el Gobierno a repetir el mantra sin aclarar nada: obedecer la ley, no se solicitará extensión.

El exprimer ministro, Sir John Major, alertó de que existe una manera de saltarse una ley dictando un raro tipo de decreto. Abogados en los recientes casos y profesores universitarios consideran que no hay tal atajo y que Johnson cometería un delito si no cumple la ley . Esta semana se verá una demanda a un tribunal de Edimburgo, que según la ley escocesa podría solicitar la prórroga del Brexit si el Gobierno incumple la norma.

El SNP decide en ese contexto encabezar el derrocamiento del primer ministro. Corbyn ha respondido diciendo que «cada día es más posible» la moción de censura. Los liberal-demócratas no quieren apoyar una moción que lleve a Corbyn a Downing Street. Política real o treta propagandista, el SNP ha alentado especulaciones sobre el día idóneo para tumbar a Johnson. ¿El lunes, cuando empieza la conferencia? ¿O el miércoles, arruinándole su discurso?

El exfiscal general británico, Dominic Grieve, advirtió en un artículo en el «Daily Mail» de que Johnson puede estar pensando en declarar el estado de emergencia con el argumento de evitar disturbios sociales, lo que le permitiría suspender leyes como la que le fuerza a pedir una extensión.

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