Johnson pide a los «tories» romper con el plan de May para el Brexit

Los euroescépticos no hacen concesiones a la «premier» en el congreso de Birmingham

Boris Johnson, entre bastidores, antes de pronunciar su discurso en el congreso conservador AFP / Vídeo: Juncker advierte de las consecuencias de un brexit duro

Iván Alonso

Todos esperaban un baño de multitudes para el que ayer era el protagonista del día en el congreso del partido «tory» en Birmingham, y no falló. Colas de hasta tres horas que rodeaban un auditorio para 1.500 personas para ver cómo Boris Johnson dejaba su impronta en un acto paralelo al encuentro anual conservador que se está celebrando esta semana en la ciudad inglesa. Todo indica que el exministro de Exteriores, abanderado del Brexit y principal dolor de cabeza de Theresa May hasta su dimisión, está postulándose poco a poco para suceder a la que era su jefa hasta hace poco y ocupar su puesto como líder «tory».

Sin embargo, aunque Johnson dio su habitual espectáculo aún no termina del todo de mostrar sus cartas. Ha demostrado con esta convocatoria (en un acto paralelo al programa oficial) la fuerza que tiene entre una parte de los conservadores y lo que le falta es presentarse como algo más que el líder del bando más euroescéptico para así, finalmente, aspirar a la jefatura del partido .

Por eso, el exalcalde de Londres estuvo menos agresivo de lo que se esperaba y comenzó su discurso con uno de sus típicos chascarrillos arremetiendo contra su «amigo» y ministro de Economía, Philip Hammond que el pasado domingo le había augurado que nunca sería jefe del Gobierno.

«Felicito a Philip Hammond por predecir que no seré primer ministro. Por primera vez una de sus predicciones tiene un aire de verdad» señaló un Johnson ante las carcajadas de un público entregado.

Pero el Brexit era el punto clave de su discurso, al que asistían varios diputados conservadores entre ellos el exministro para el Brexit David Davis, y tras reclamar para el Reino Unido una «libertad» que en los últimos tiempos su partido ha perdido frente al «Gobierno extranjero» de Bruselas, el exjefe de la diplomacia británica se lanzó a criticar el plan de Theresa May. Una propuesta, la de Chequers, que ya había denostado en varias ocasiones y que esta vez fue más allá asegurando que «ha llegado el momento de acabar con ella» porque es «políticamente humillante y un escándalo constitucional». Johnson enterró el plan, pero se cuidó muy mucho de desafiar a la primera ministra pidiendo, incluso, «que se apoyara de la mejor manera posible a Theresa May» para darle la vuelta a esta situación.

Cortar puentes

La actual propuesta deja, según el exministro, la puerta abierta a aquellos «que quieren volver a la UE en algún momento». Algo que rechaza porque los británicos «votaron por abandonarla», denostando así de paso la posibilidad de la celebración de un segundo referéndum para el Brexit cuya idea considera «infame».

Johnson, que eclipsó por completo a los demás ponentes, tuvo para todos. No se libraron Jean-Claude Juncker (haciendo alusión a su, según los medios sensacionalistas británicos, problema con el alcohol) ni el líder laborista, Jeremy Corbyn . También dejó recados a alguno que pertenece al bando euroescéptico que él mismo abandera, como el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove. A su colega conservador, que ha asegurado en varias ocasiones que merece la pena seguir con el plan Chequers ahora con la esperanza de que se pueda cambiar más adelante, le espetaba que eso es «una fantasía total» y que no se crea que «de alguna manera podemos arruinarlo ahora y arreglarlo más tarde».

Además, Johnson propuso alternativas al plan Chequers, como, por ejemplo, el conocido por él como «Super Canadá» (por sus similitudes con el que el país americano firmó en 2016 con Bruselas) que permitiría al Reino Unido llegar a acuerdos libres con otros países, cosa que según el exministro no se puede conseguir con la actual propuesta de la primera ministra porque Gran Bretaña porque estaría atada al pacto con la UE.

Por eso, Johnson alentó a sus correligionarios a desechar el plan de May. «Mis queridos compañeros, esto no es democracia. Eso no es por lo que votamos. Es indignante. No es recuperar el control: esto es perder el control», aseguró.

El exjefe de la diplomacia británica se llevó todos los focos y eclipsó el discurso de otro de los principales opositores al liderazgo «tory», el ministro del Interior, Sajid Javid. Este desarrolló el plan de inmigración del Gobierno tras el Brexit y dejó frío a su público al no enfangarse las manos con este tema dejando los principales anuncios a una Theresa May que hoy cierra, con su esperado discurso, un congreso que ha mostrado de nuevo la división existente en el seno conservador.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación