Israel denuncia el intento frustrado de «un comando de Hizbolá» de entrar en el país desde Líbano

«Hizbolá está jugando con fuego, cualquier ataque será respondido con gran fuerza », advirtió Benjamín Netanyahu en la intervención que realizó pocas horas después de un «serio incidente de seguridad» en la línea que separa Líbano de Israel. El Ejército del Estado judío aseguró haber «frustrado un intento de infiltración de un comando terrorista de Hizbolá », que habría cruzado la Línea Azul, la demarcación establecida por Naciones Unidas. La milicia chií lo negó y aseguró que todo «fue debido a los nervios» del enemigo. No hubo bajas a ninguno de los dos lados.

Desde que hace una semana el miliciano de Hizbolá, Ali Kamel, murió en un bombardeo de Israel en Damasco, la tensión no ha parado de crecer en esta zona norte a la espera de una respuesta. «No hubo enfrentamientos ni fuego abierto desde nuestro lado. Nuestra respuesta al martirio de Ali Kamel llegará, seguro que llegará», adelantó Hizbolá en un comunicado. Los israelíes estaban seguros que esta respuesta llegaría y por ello reforzaron su presencia militar en la zona y lanzaron mensajes a Beirut para advertir de las repercusiones.

El último choque directo en este lugar tan sensible se produjo en dssd cuando Hizbolá atacó un blindado del Ejército de Israel y un puesto de vigilancia en la localidad fronteriza de Avivim. Fue la venganza por la muerte de dos milicianos por fuego de israelí en Siria y en una operación con drones al sur de Beirut. Israel lanzó decenas de proyectiles contra los alrededores de las localidades de Marun al Ras, Aitarun y Yarun, pero no hubo tampoco bajas a ninguno de los lados de la Línea Azul.

En 2006 se libró una guerra de 33 días entre Hizbolá e Israel que se saldó con 1.200 muertos en Líbano, civiles en su mayoría, y 158 fallecidos en Israel, militares en su mayoría.