Las intimidaciones no detuvieron a la marcha opositora

Cuatro anillos de seguridad dificultaron el acceso a la sede del parlamento de Venezuela, en el centro de Caracas. Los opositores y los oficialistas marcharon este martes en la mañana en calma para respaldar a sus diputados, pero sin pisar el congreso debido a las restricciones impuestas por el presidente Nicolás Maduro el pasado lunes en la noche.

Una muchedumbre de opositores ha elevado su voz para pedir libertad y la salida del gobierno. Ellos fueron acompañados por dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática que, apenas, pudieron hacer un recorrido de un par de calles del centro de la capital de Venezuela. «La tensión subía mientras más nos acercábamos a la Asamblea Nacional», ha comentado Carlos Guzmán, un opositor.

Los policías desplegados con equipos antimotines en las afueras del congreso han impedido que se violara el cerco de seguridad. Un grupo de parlamentarios fue agredido por estos cuerpos de seguridad cuando ha intentado entrar al congreso. José Brito, diputado opositor, ha denunciado que fue golpeado por oficiales de seguridad por defender a unas parlamentarias que sufrieron ataques de chavistas. «Nos golpearon, incluso nos lanzaron al piso», ha señalado.

Hubo dificultades para llegar a los sitios dispuestos para las movilizaciones. Seis estaciones del Metro de Caracas cercanas al parlamento fueron cerradas. Este subterráneo es administrado por el Estado venezolano. Así, muchos llegaron caminando al centro de Caracas para acompañar a los diputados. «Las restricciones del transporte público y las amenazas del colectivo La Piedrita no han logrado detener nuestra marcha. Los venezolanos vamos a defender a los diputados que elegimos por mayoría. Que el Gobierno no crea que nos asustaremos con sus intimidaciones», ha expresado Luis Segovia, un joven que ha acudido a la movilización convocada por la MUD.

Los colectivos en la calle

La plaza Bolívar de la capital fue tomada por los seguidores del chavismo y los colectivos. En esta concentración predominaban las motocicletas, las pancartas y las consignas en contra de la oposición. También fueron acompañados por altos funcionarios del gobierno, entre ellos Cilia Flores, esposa de Maduro y diputada reelegida del partido oficialista PSUV.

Roberto Marcano, coordinador del movimiento Tupamaro, ha calificado como «golpista» al nuevo parlamento. «Nos vamos a restear con Nicolás Maduro y tendremos vigilia permanente en esa asamblea», dijo.

Estos chavistas se apostaron en esta plaza desde la noche de este lunes. «Los escuálidos (así llaman a los opositores) no pisarán este suelo», gritaban. Se encargaron de increpar de forma violenta a las personas que se acercaban a ese sitio para indicarles que si no estaban con Maduro tenían que irse de inmediato. Ellos ocupaban estos espacios al cierre de esta edición, afirmaban que no se iban a retirar para impedir el paso de los opositores.