Un impuesto de 6.000 euros para extranjeros que se casen con jóvenes egipcias

Si un millonario árabe, especialmente del Golfo, pretende casarse con una joven egipcia, tendrá que pagar una «multa». El Ministerio de Justicia egipcio ha anunciado la creación de un nuevo impuesto de 50.000 libras egipcias (5.834 euros) para aquellos extranjeros que pretendan casarse con jóvenes egipcias si la diferencia de edad es de más de 25 años, en un intento de evitar el fenómeno de los «matrimonios de verano» o el matrimonio infantil.

De 16 años o menos

Este impuesto, que deberá ser depositado en el Banco Nacional Egipcio, pretende proteger a la joven en caso de que su marido se divorcie de ella al poco tiempo, en un fenómeno muy extendido en el país, donde árabes de países del Golfo acuden a casarse con jóvenes –a veces niñas- egipcias.

En muchas ocasiones, estos matrimonios apenas duran un verano, hasta que el marido regresa a su país y se divorcia de la muchacha. Según un estudio organizado por el Consejo Nacional de la Infancia y la Maternidad (NCCM), estos «matrimonios» son organizados por los padres de la joven o un agente, que organiza el matrimonio entre un extranjero, «usualmente, del Golfo», y una egipcia, normalmente de escasos recursos y de 16 años o menos, «por una cantidad de dinero».

Esta nueva ley ayudará además a luchar contra el matrimonio infantil en Egipto, con una tasa del 15%, a pesar de que la edad legal para casarse está establecida en los 18 años. En 2012, una encuesta publicada por el NCCM señaló que en provincias como Port Said o Fayúm el porcentaje subía hasta el 38 y 31%.

«Creo que esta ley dará un seguro a las mujeres egipcias, pero todavía creo que no es suficiente para eliminar el matrimonio infantil», ha declarado a medios locales Azza Kamel, reconocida activista por los derechos de la mujer, ya que en su opinión esta ley «cubre sólo casos específicos».

El matrimonio infantil generalmente se encuadra en términos religiosos, pues el Corán lo aprueba, y en zonas rurales egipcias la tradición manda que una chica se case cuando alcanza la pubertad. Muchos de los «matrimonios de verano» también utilizan una figura religiosa, el «urfi», matrimonios temporales sólo aceptados en algunas variantes del islám. Pero principalmente se aprovechan de la pobreza y la inestabilidad económica de las familias, especialmente en zonas rurales del país, encubriendo así un fenómeno que no deja de ser “prostitución infantil”, según activistas anti-trata.