24 de febrero: comienza la invasión. La madrugada del 24 de febrero de 2022 la historia de Ucrania cambió para siempre. Hoy, sus calles son trincheras y sus hombres, soldados. Reuters Ucrania impone la ley marcial. El Gobierno del país dio orden a todos los hombres de entre 18 y 65 años de acudir a filas para luchar contra el Ejército ruso. Además, cientos de ucranianos, de todas las edades, se han unido a las brigadas voluntarias para defender su país. Reuters Rusia, ofensiva total. La invasión de Rusia busca el avance en «todas direcciones» mientras Ucrania resiste. Reuters Los civiles, objetivo de las bombas. Las autoridades ucranianas denuncian ataques contra población civil a lo largo y ancho de todo el país. Según Naciones Unidas, hay más de 800 muertos civiles. AFP Huida a la desesperada. Estaciones de tren, como esta de Leópolis, se han convertido en lugares de despedida. Familias enteras rotas, huyendo de su hogar. EFE En busca de quintacolumnistas. En las ciudades, entre bombardeos y réplicas, se suceden los puestos de control. En Ucrania crecen las sospechas contra aquellos que puedan ser considerados prorrusos. AFP Resistencia frente a los bombardeos. Los que resisten, nunca saben cuándo puede ser la última vez que pueden ver su hogar en pie. Solo en Mariúpol, según estiman las autoridades locales, el 80% de los edificios de la ciudad han sido arrasados. AFP Pendientes de las sirenas de alarma. La vida en Ucrania ya no se mide en horas, sino entre avisos antiaéreos. Cuando la sirena suena, todo el mundo debe guarecerse bajo tierra. AFP El mundo se vuelca con Ucrania. Mientras el país sufre la ofensiva rusa, el pueblo ucraniano recibe la solidaridad internacional. A lo largo del globo se suceden concentraciones contra la guerra y en Europa una oleada de solidaridad ha activado un protocolo para refugiados sin precedentes. Reuters Muerte en la maternidad. Las imágenes de la guerra, como la mujer embarazada que murió tras un ataque a un hospital de Mariúpol, ya se han convertido en icono del conflicto. AFP Ola de refugiados en Europa. Más de 3 millones de ucranianos han abandonado su país y la ONU espera 10 millones de desplazamientos. AFP Hospitales bajo tierra. Cuando la vida se hace imposible en la superficie, los ucranianos buscan alternativas. Los centros sanitarios ahora son sótanos y las UCI se levantan entre estanterías de búnkeres. AFP Zelenski, símbolo de resistencia. El presidente de Ucrania se ha convertido en la imagen de la fortaleza ucraniana. El cómico renacido como presidente que lucha junto a su país. AFP La guerra, décadas después. Ucranianos de avanzada edad que sufrieron con toda su crudeza los horrores de la II Guerra Mundial vuelven a padecer un conflicto bélico en su territorio. AFP Caza al disidente en Rusia. Aquellos que alzan la voz contra la invasión son aplastados en su país. Los opositores, detenidos. Incluso si portan pancartas en blanco. EFE Cárcel por hablar de «guerra».. Vladímir Putin ha promulgado una ley que pena hasta con 15 años de prisión aquello que el Gobierno considere «falso» o que atente contra la integridad de la nación. La periodisa Marina Ovsianikova se hizo viral con esta pancarta contra la guerra en el informativo más visto de Rusia, a pesar de la censura del Kremlin. EFE Ucrania pide cerrar los cielos. Zelenski ha pedido a la UE y a la OTAN la intervención en el conflicto y el cierre del espacio aéreo de Ucrania. La respuesta de Occidente ha sido la de reforzar el envío de armas y el incremento de las sanciones económicas contra Rusia, Putin y los oligarcas con el fin de asfixiarles y aislarles económicamente. REUTERS Atrapados en Mariúpol. Rusia y Ucrania se han reunido hasta en tres ocasiones, sin éxito. Ucrania insiste en la apertura de corredores humanitarios para evacuar civiles. Esta ciudad portuaria mantiene a 350.000 personas cercadas por el fuego ruso. AFP Las funerarias no dan abasto. En Kiev, se encuentran saturadas y en las afueras de las ciudades están empezando a cavar tumbas para los caídos. REUTERS El conflicto se estanca. Mientras Kiev resiste, lo que parecía una guerra relámpago se ha convertido en un conflicto al que no se le ve por ahora el final. AFP Familias divididas. Una mujer con dos niños se despide de sus seres queridos desde un tren camino de Polonia, el país al que se han dirigido ya dos millones de refugiados EFE Adiestramiento de civiles. Desde antes de la invasión, la población ucraniana se ha entrenado para tomar las armas y hacer frente a la amenaza rusa, como los reservistas que aparecen en la foto. EFE La Z, símbolo de la invasión rusa. Tanques y otros vehículos militares lucen una enorme letra zeta que se ha convertido en la imagen que identifica a los atacantes de Moscú en su ofensiva, que Vladimir Putin justifica como un intento de «desnazificar» Ucrania. En la imagen, camiones rusos se adentran en territorio ucraniano por una carretera cerca de Crimea. EFE Edificios con civiles arrasados. Un teatro de Mariúpol que albergaba a decenas de personas en busca de refugio quedó completamente destruido por los bombardeos rusos, como muestra la imagen aérea. AFP Baño de masas de Putin. En plena invasión de Ucrania, el presidente ruso congregó a miles de personas en un estadio de Moscú para enardecer a sus ciudadanos y justificar la guerra AFP Nueva vida en Polonia. Un teatro de la localidad polaca de Przemysl, cerca de la frontera, acoge a refugiados ucranianos que huyen de los bombardeos en su país AFP Las víctimas más inocentes. Leópolis rindió tributo con más de cien cochecitos de bebé a los niños muertos durante la invasión rusa. La cifra siguió aumentando al día siguiente AFP Desolados ante la devastación. Una mujer asiste impotente a la destrucción de un edificio en el distrito de Obolon de Kiev AFP El fuego ruso no descansa. Fuerzas de Rusia disparan proyectiles durante unos ejercicios en la región de Rostov, cerca de Ucrania REUTERS La imagen del horror. El cadáver de una persona alcanzada por los ataques rusos yace en el suelo junto a una maleta tras tratar de huir de Irpin, en los alrededores de Kiev EFE