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La precandidata a la presidencia de EE.UU. por el partido Demócrata Hillary Clinton pronuncia un discurso - EFE

Hillary Clinton canta victoria: «Hemos conseguido un hito»

La candidata celebra en un mitin emotivo en Brooklyn que «por primera vez en la historia de nuestro país» una mujer peleará por llegar a la Casa Blanca

Corresponsal en Nueva York Actualizado: Guardar
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La música ensordeció a los seguidores de Hillary Clinton ayer durante un par de horas antes de que arrancase su mitin en una nave industrial de Brooklyn, con una espléndida vista al puente de Williamsburg y al atardecer sobre los rascacielos del Midtown de Manhattan. Pero cuando la favorita demócrata, ya candidata de hecho, se subió al estrado, el sonido falló y se le oía a duras penas. No fue inconveniente para encandilar al público.

En su flanco izquierdo, un grupo de 'barras bravas' de la ex secretaria de Estado gritaba tras cada intervención, agitaba banderines y levantaba letras de tamaño gigante para construir la palabra 'Historia'. Ese fue el relato de ayer de Clinton, en un discurso corto, pero emotivo.

No había tensión y sí mucha alegría en los presentes, porque, aunque todavía no se conocían los resultados de las primarias en California, la nominación demócrata ya estaba en el bolsillo. Así lo dictaba el recuento de delegados efectuado la víspera por Associated Press —la Biblia en ese conteo— que le otorgaba la mayoría, incluyendo los superdelegados, aquellos que manda el partido a la convención de julio y que pueden cambiar el signo de su voto.

Esa noticia quitó emoción a la noche, pero Clinton llevaba el discurso de corte histórico preparado y no se separó de él: «Gracias a vosotros, hemos conseguido un hito, la primera vez en la historia de nuestro país que una mujer será la nominada de uno de los grandes partidos».

Desde antes de comenzar sus palabras, Clinton quiso entroncarse con la estirpe de mujeres que han abierto nuevos caminos en la vida pública de EE.UU. Un vídeo homenajeó a las pioneras de la declaración de Seneca Falls, la primera convención para los derechos de las mujeres en EE.UU., en 1948; a las líderes sufragistas; a las feministas de los 60; a las afroamericanas que luchaban por las libertades civiles como mujeres y como minoría; y a ella misma. « La victoria de hoy no es de una persona: pertenece a las generaciones de hombres y mujeres que han sufrido y se han sacrificado por hacer posible este momento», dijo después.

Las alusiones a la mujer fueron constantes durante su discurso y fueron recibidas por júbilo en un público con mayoría femenina. «Hoy se cierra un viaje increíble, un viaje muy largo», dijo Clinton sobre los derechos de las mujeres. «Todos debemos mucho a los que vinieron antes, esta noche les pertenece a todos»,

«¡Por supuesto que sí!», respondían casi a la vez Carol y Lori, subidas a una tarima, cuando se les preguntaba si el hecho de ser mujer tiene que ver en su preferencia por Clinton. Ambos son jubiladas, de Brooklyn, se conocen desde hace 45 años y ayer acudieron con camisetas y chapas de la aspirante a la Casa Blanca. «Pero es que además es la candidata más cualificada. Y punto», sentenciaba Lori.

«La apoyo primero por ser mujer», reconocía cerca de ellas Gladys, emigrada a EE.UU. desde Chile. Ahora vive en Florida y no le da opciones a Donald Trump para imponerse a Clinton en otoño. «Ni siquiera lo contemplo», aseguraba antes de sostener que ni siquiera el voto conservador latino, como el de Miami, irá a parar al multimillonario: «El voto latino no va a ser por partidos, sino por personas».

Ya ungida candidata por los números, Clinton pasó al ataque contra Trump, que esa misma noche, una hora al Norte de Nueva York, ya le había atizado, acusándola de convertir el Departamento de Estado durante su mandato «en un 'hedge fund' privado».

Recriminó a Trump el querer ganar «con el miedo y echando sal en las heridas» y le calificó como «no apto» para la presidencia de EE.UU. Clinton se acordó de uno de los consejos de su madre: «Ella me dijo que nunca me dejara amilanar por un abusón, y ha resultado ser un gran consejo», dijo en referencia a Trump.

Clinton también se acordó de su rival en la contienda demócrata, Bernie Sanders. Le felicitó por su campaña y aseguró que «el debate vigoroso que hemos mantenido ha sido muy bueno para el partido demócrata». Intentó hacer un guiño a los seguidores del senador por Vermont, que tras meses de enfrentamientos están muy lejos de las posiciones de Clinton: «Sé que nunca sienta bien poner todo tu corazón en una causa o en el candidato en los que crees y no conseguir la victoria. Conozco bien esa sensación», dijo en referencia a su frustrada campaña para la nominación demócrata de 2008, en la que le batió Barack Obama. Este año, Clinton ha dado un paso más y ya solo tiene a Trump por delante en su asalto a la Casa Blanca.

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