EFE

El hermano de Salah Abdeslam prefiere verle en prisión que en un cementerio

El hermano del terrorista huido tras los atentados de París pide en la televisión belga RTBF que se entregue, y cree que en el último momento se volvió atrás y piensa que fueron manipulados

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Mohamed Abdeslam, cuyo hermano Salah es en este momento el hombre más buscado de toda Europa tras escapar de la policía que lo busca por su participación en la organización y ejecución de los atentados de París, ha pedido en una entrevista en la televisión belga RTBF que «se rinda porque nos debe una explicación a nosotros y a las familias de las victimas», informa el rotativo belga «La Libre».

«Preferimos ver en prisión a Salah que en un cementario», ha añadido Mohamed Abdelsalam quien admitió que no tenía esperanza de que así fuera, aunque mostró su convencimiento de que en el último momento se «volviera atrás» y no matara a nadie durante los atentados. En este sentido, Abdeslam cree de que sus hermanos habrían sido manipulados y ha confiado en que Salah cambió de opinión en el último momento y por eso no participó en los ataques.

«Recuerdo que actualmente, seguimos sin saber si verdaderamente mató, si estuvo realmente en el lugar de los hechos», ha insistido, reiterando su llamamiento a que se entregue.

Mohamed, que el fin de semana pasado fue detenido en Bélgica en relación con los hechos pero liberado poco después, ha vuelto a reclamar a su hermano que se entregue a las autoridades, que le buscan activamente desde que se supo que había cruzado hacia territorio belga el sábado por la mañana.

Además de Salah, otro miembro de la familia Abdeslam, Brahim, participó en los atentados del 13 de noviembre en París que dejaron 130 muertos. En su caso, se inmoló en uno de los escenarios de la matanza.

Precedentes

Mohamed ha revelado que vio a sus hermanos «dos o tres días antes de su marcha» y no percibió «ninguna señal». Además, ha dicho que «no hubo ningún adiós» explicando que le dijeron que se habían ido a esquiar. Tampoco detectó la radicalización de sus hermanos, ha añadido.

«Hace seis meses, vi un cambio en su comportamiento, pero el hecho de vivir de forma más sana, rezar, no beber alcohol más, ir a la mezquita de vez en cuando, no es directamente un signo de radicalización. No tenían un discurso que hiciera pensar en una radicalización», ha abundado.

Ver los comentarios