Lo que Guaidó pactó con altos cargos chavistas

Según filtraron ayer varios medios venezolanos, entre el chavismo y la oposición se gestó antes del levantamiento del 30 de abril un acuerdo de 15 puntos para que el poder pasara de Maduro al presidente interino, Juan Guaidó . Las reuniones -en las que también participó Washington- comenzaron hace tres meses, y se diseñó un pacto de 15 puntos. La ruta marcada establecía una salida «planificada» del presidente chavista y la instalación del gobierno transitorio.

También hubo otros compromisos: que el actual ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López , y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, permanecieran en sus cargos (durante la transición); que se respetaran las competencias de la Asamblea Nacional (única institución controlada por la oposición), y la realización de elecciones libres en un plazo no mayor a un año, tal como confesó una fuente -que no quiso ser identificada- al medio digital venezolano El Pitazo.

La información coincide con las declaraciones del encargado de la Casa Blanca para Venezuela, Eliott Abrams , que también afirmó que las conversaciones secretas entre la oposición y altos dirigentes chavistas comenzaron hace tres meses. Abrams dijo que se habían establecido «garantías para los militares, una salida digna para Maduro y la presidencia interina para Guaidó».

Según la fuente opositora, las reuniones eran largas . Incluso Guaidó y Leopoldo López, dieron fe de esas encuentros en la casa del ex-preso político mientras cumplía arresto domiciliario.

Los altos cargos mencionados en El Pitazo como implicados en la trama -aunque se desconoce si participaron directamente en las reuniones- son Manuel Christopher Figueira, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), quien fue destituido por Maduro y que está en paradero desconocido; Vladimir Padrino López , ministro de la Defensa; Iván Hernández Dala, jefe de la Guardia de Honor presidencial; y Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.Los chavistas implicados en el fallido derrocamiento también pusieron sobre la mesa una exigencia: que Estados Unidos levantara las sanciones económicas.