Guaidó desafía a Maduro y sale a Cúcuta para asistir al concierto

El líder chavista blinda los pasos fronterizos entre Venezuela y Colombia para impedir la llegada de la ayuda humanitaria, prevista para hoy

Ymarú Rojas

El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, acudió ayer al concierto solidario internacional celebrado en Cúcuta (Colombia), junto a la frontera venezolana. Organizado por el multimillonario Richard Branson en apoyo al propio Guaidó y a su decisión de hacer llegar a Venezuela la ayuda para los más desfavorecidos, la cita «Venezuela Aid Live» reunió a cerca de 150.000 personas, según los organizadores, y a los presidentes de Colombia, Iván Duque; Chile, Andrés Piñera; Paraguay, Abdo Benítez, y de la OEA, Luis Almagro, junto a un amplio elenco de artistas internacionales de reconocido prestigio.

El desafío lanzado por Guaidó al líder chavista, Nicolás Maduro, es doble. Por una parte, su decisión de salir de Venezuela y pisar suelo colombiano entraña el riesgo de que Maduro pueda impedirle hoy regresar a su país. Por otra, el presidente encargado anunció hace dos semanas que hoy, 23 de febrero, entraría la esperada ayuda humanitaria, que permanece almacenada desde hace días en Cúcuta, y al otro lado de la frontera con Brasil. Es, pues, una fecha crítica para el chavismo, que en caso de impedir por la fuerza la entrada de la ayuda a Venezuela sufriría un golpe gravísimo en su ya escaso apoyo internacional.

Ayer, cuando faltaban apenas unas horas para la llegada prevista del convoy humanitario a Venezuela, San Antonio (estado Táchira) parecía un pueblo fantasma. Los locales comerciales estaban cerrados y las principales calles aledañas al puente internacional Simón Bolívar, vacías. El miedo se había instalado en la zona.

«Será un guerra de conciertos», coincidían en anticipar los habitantes. Se referían a que los dos espectáculos musicales solo estarían separados por apenas 280 metros, la longitud de Tienditas, un puente que no fue inaugurado por el cierre de las fronteras en 2015, ordenado por Maduro. Eran pocas las personas que caminaban por las carreteras entre San Antonio y el puente Tienditas, en Ureña. Quienes salían de sus casas lo hacían con precaución. Sabían que es un momento de mucha tensión y la militarización es intimidante para los vecinos.

Frente al lugar del puente Tienditas donde se iba a celebrar el concierto «Hands off Venezuela» (Manos fuera de Venezuela), auspiciado por el régimen de Maduro, pasaban personas vestidas con camisetas blancas, gorras y banderas del tricolor nacional. Aseguraban que se dirigían al «concierto opositor» y que cruzarían a Colombia por «trochas», caminos ilegales e irregulares usados para el contrabando. Evitarían así los puentes para no lidiar con la documentación o la Guardia Nacional venezolana. La decisión era peligrosa, porque debían atravesar el río Táchira y corrían el riesgo de encontrarse con la guerrilla en la frontera colombo-venezolana.

Mientras, los militares observaban cada movimiento en Tienditas. A pocos metros está el aeropuerto de San Antonio, que, además de inoperativo, está abarrotado de miembros de las Fuerzas Armadas. Se cree que ahí están alojados los funcionarios chavistas.

Alrededor del mediodía (hora venezolana) el espectáculo «Venezuela Aid Live» comenzaba en Cúcuta. Los pocos comerciales que abrieron tenían televisores conectados a sus ordenadores para presenciar el concierto a través de YouTube. En algunas casas habían altavoces a todo volumen para escuchar el evento en vivo.

Del lado venezolano, casi 40 artistas, en su mayoría nacionales, estaban anunciados en apoyo al régimen. El político chavista Darío Vivas dijo en San Antonio no tener información de la presencia de Maduro. Tampoco ofreció información de la hora en que iniciaría el concierto.

Mientras en Caracas, miembros de la Asamblea Nacional, acompañados por la esposa del opositor Leopoldo López, Lilian Tintori, ofrecieron ayer detalles de cómo se realizará la entrada de la ayuda humanitaria en Venezuela. Hoy habrá tres puntos de movilización nacional importante, indicó el diputado Miguel Pizarro. El primero estará entre Táchira y Cúcuta, desde las 9.00, otro entre Brasil y el Estado Bolívar, y el tercero, por vía marítima, en La Guaira y Puerto Cabello. Desde los centros de acopio se llevará la ayuda que han donado Chile, Colombia, Brasil, países de Centroamérica y EE.UU. Pizarro pidió a los soldados no emplear sus armas «contra el pueblo».

Entre tanto, ayer se conocían nuevos datos de la tragedia humanitaria en Venezuela. En los últimos tres meses, del 19 de noviembre al 9 de febrero, han muerto 1.557 pacientes por falta de material médicos en los centros de salud, señala un informe de la Encuesta Nacional de Hospitales en 40 centros asistenciales del país. La encuesta señala que 756 de estos pacientes sufrieron un «trauma agudo» y 801 padecían enfermedades cardiovasculares que no fueron tratadas por la escasez de recursos en los hospitales.

Estadísticas prohibidas

El portavoz de la ONG Médicos por la Salud, Gustavo Villasmil, afirmó en rueda de prensa que la cifra de decesos se refiere solo a una porción pequeña de hospitales monitoreados de manera clandestina, porque el régimen prohíbe la divulgación de las estadísticas sanitarias. Este sondeo que se realiza desde 2014 se ocupa de registrar semana a semana lo que sucede en estos 40 hospitales, datos que recogen y ofrecen los médicos de forma anónima.

«En cuanto a las emergencias a nivel nacional, el 75% reportó desabastecimiento de morfina y 66% de medicamentos para tratar la hipertensión arterial», indica el informe que acompaña la encuesta. «En cuanto a los insumos de quirófano -añade-, el 60% reportó desabastecimiento en analgésicos menores y 46% en material descartable para los pacientes».

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