Guaidó cierra su gira con el respaldo de la OEA

«Es una gira extremadamente positiva en la que el presidente encargado de Venezuela sale fortalecido», dice a ABC Almagro

Gustavo Tarre, Luis Almagro, Juan Guaidó y Carlos Vecchio, el jueves en Washington d.a.
David Alandete

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Al final de su gira de tres semanas por América y Europa, Juan Guaidó trajo a Washington un pedazo de Venezuela. Al salir el viernes por la noche de la sede histórica de la Organización de Estados Americanos, le esperaba el Servicio Secreto de Estados Unidos para llevarle escoltado en un coche blindado hasta la residencia oficial en la que se hospeda justo frente a la Casa Blanca. Al ver a una pequeña multitud de exiliados venezolanos que le esperaban ondeando las banderas tricolor de su país alrededor de la estatua de Isabel la Católica, Guaidó sorteó a los agentes y, bajo una fina y gélida lluvia, en lo alto de la escalinata de mármol, echó mano de un megáfono y entonó el himno de su país: «Abajo cadenas, gritaba el señor…»

Junto a él, se puso a cantar las mismas notas de forma espontánea el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro , con quien acababa de mantener una reunión de casi dos horas en su despacho. No se recuerda en Washington que nunca antes hubiera ocurrido lo que sucedió después. Los exiliados venezolanos corearon el nombre del secretario general y le gritaron: «Esa reelección está ganada». Almagro, un hombre serio y grave, no pudo más que sonreír y saltar tímidamente junto a Guaidó.

Almagro, que es uruguayo de nacimiento, cumple cinco años en el cargo y se enfrenta a la reelección el 20 de marzo. Cuenta con el apoyo, entre otros, de EE.UU., Canadá, Colombia y Brasil. Le disputan el puesto otros dos candidatos, el peruando Hugo de Zela y la ecuatoriana María Fernanda Espinosa . Como ha sucedido en otras partes del mundo, especialmente en España, la crisis en Venezuela también centra esta elección. Si Almagro ha trabajado laboriosamente para que los opositores venezolanos hayan logrado que 59 países los reconozcan como representantes legítimos de su nación, la candidata Espinosa defiende la legitimidad de Nicolás Maduro para seguir en el poder.

Tras verse con Guaidó, Almagro recibió a ABC en el mismo despacho en el que se reunió con él. En este mismo despacho recibió Almagro al mismo Guaidó en diciembre de 2018, días antes de que jurara el cargo de presidente encargado y comenzara su andadura para destituir a Maduro.

Tras una semana de agónicas dudas sobre el paradero del líder venezolano, que en EE.UU. mantuvo un perfil discreto durante siete días hasta que apareció por sorpresa invitado primero por Donald Trump al discurso más importante del año en el Capitolio y recibido después como jefe de Estado en la Casa Blanca, Almagro cree que la gira de Guaidó ha concluido como un enrome éxito para los opositores a Maduro.

«Es una gira extremadamente positiva en la que el presidente encargado Juan Guaidó sale fortalecido. Sale con una legitimación internacional todavía más fuerte. Sale con propósitos de democratización de su país completamente reafirmados. Sale con apoyos muy fuertes sobre sus espaldas y con compromisos muy grandes para recuperar la democracia en Venezuela. Por lo tanto es imposible pedir más de esta gira. Ha sido la absolutamente exitosa desde todo punto de vista. Y hemos visto el liderazgo de Juan Guaidó reafirmado internamente y externamente, de una manera definitiva», dice Almagro a ABC.

Hay, por supuesto, una notable excepción en esta gira. A Guaidó le recibieron jefes de estado y de gobierno de todo el mundo, pero en Madrid se negó a recibirle como un homólogo el presidente del Gobierno Pedro Sánchez . Al salir de su reunión con Almagro, el líder venezolano hizo lista de sus reuniones ante la prensa, que se agolpaba bajo las escaleras del patio de la Casa de las Américas. Cargo a cargo, Guaidó hizo balance de sus reuniones, tras haber visto «al primer ministro de Inglaterra, la canciller federal de Alemania, al primer ministro de Irlanda, de Grecia, al primer ministro de Austria, el presidente de Francia…». Y después dijo: «Tuvimos también presencia… en España».

Almagro no entra a valorar si un mandatario u otro no recibieron a Guaidó. «Yo no le puedo decir a los políticos cómo mueven sus fichas en el tablero, yo no le puedo decir a nadie, mueve por acá o por allá, y cada uno verá. Siempre recomiendo que se respeten los principios democráticos, porque eso es el más digno y es más ético. Cada uno hace lo que puede y trata de lidiar con la dictadura de la manera que quiere».

Más presión

Eso sí, según dice Almagro a ABC, «después de la legitimación de Juan Guaidó y la deslegitimación del régimen de Maduro, es necesario subir la presión sobre la dictadura y sobre los dictadores para que esa presión sea insostenible. Esa presión política debe hacerse tan insostenible que a la dictadura le convenga irse, desarmarse. Creo que esa es nuestra responsabilidad». Cree el secretario general que es necesario que la Unión Europea endurezca sus sanciones, y las convalide con las que ya aplica EE.UU.

Tras cantar el himno y saludar a sus compatriotas, Guaidó se montó en el coche y comenzó su regreso a Venezuela. En la OEA quedó Almagro, que tras ser aclamado por los venezolanos, dice: «Es gente que sabe de lo que habla. Es gente que para venir acá han tenido que pasarlas todas en su propio país. No hay ningún venezolano que vea que me diga que se fue voluntariamente del mi país, si no que se fueron empujados por la pobreza, por la dictadura, por la crisis humanitaria, se fueron empujados por la falta de medicamentos, de trabajo, de salas de tratamiento de salud, de condiciones sociales. Por eso les agradezco tanto su afecto».

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