El Gobierno kurdo suspende la vía de la independencia

El presidente del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, busca «abrir un diálogo» con el Gobierno central al congelar los resultados del referéndum del pasado 25 de septiembre

Imágenes tras la llegada de las fuerzas iraquíes a Kirkuk AFP

MIKEL AYESTARAN

Los dirigentes de la región autónoma kurda (KRG, por sus siglas en inglés) dieron un paso atrás y ofrecieron al Gobierno central de Irak la posibilidad de "congelar” el resultado del referendo de independencia para poder iniciar un proceso de negociación. El cambio de discurso kurdo se produjo después de una semana de ofensiva del Ejército iraquí en la que Bagdad ha recuperado el control de todas las zonas en disputa, incluida Kirkuk , y coincidió con el inicio de la gira del primer ministro, Haider Al Abadi, por Turquía e Irán. La oferta kurda se completó con una llamada al “alto el fuego” para evitar la escalada de tensión entre los peshmerga y los militares iraquíes, dispuestos a hacerse también con los puestos fronterizos gestionados por la KRG. Hasta ahora los iraquíes han dejado claro que exigen la anulación de los resultados del plebiscito , pero los kurdos se han quedado en un paso intermedio.

Los ciudadanos de la KRG acudieron a las urnas el 25 de septiembre y el voto a favor de la independencia obtuvo el 93 por ciento de apoyo, pero la consulta se realizó con el único apoyo internacional de Israel y enemistó al Gobierno de Erbil con todos sus vecinos y aliados tradicionales como Estados Unidos. La presión aumenta en torno al presidente Masoud Barzani , el artífice de una consulta que ha logrado el efecto contrario y aleja el sueño de la independencia ya que los kurdos han perdido el control de los pozos de petróleo de Kirkuk, claves para su economía. La oposición kurda reclama su dimisión y la formación de un "gobierno de unión nacional" para intentar afrontar la crisis.

Tras recuperar los pozos petroleros de Kirkuk, el nuevo objetivo de los iraquíes es controlar el oleoducto que permite exportar crudo al puerto mediterráneo turco de Ceyhan . Los últimos choques entre fuerzas kurdas e iraquíes se produjeron en Fis Jabur, localidad situada dentro de la KRG cuyo control es clave porque por allí pasa el oleoducto, una ruta crucial para cualquier aspiración de independencia por parte de las autoridades de Erbil.

Los enfrentamientos entre la KRG y Bagdad son un problema para Estados Unidos ya que se trata de dos socios en la lucha contra el grupo yihadista Daesh . Pese a que el califato ya prácticamente no existe tras la pérdida de Mosul y Raqqa, esta guerra no ha terminado y los estadounidenses temen que esta crisis interna tenga efectos negativos en su objetivo de acabar con Daesh.

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