El gobierno griego se enfrenta a los agricultores

El primer ministro griego Alexis Tsipras ha tenido que declarar durante su consejo de ministros que el pais, tras seis años de dura austeridad, tiene que continuar su trayectoria y conseguir lo antes posible la primera evaluación del programa de ajustes y reformas impuesto por los acreedores. Sin dicha evaluación, Grecia no podrá recibir un nuevo tramo del tercer rescate de 86 mil millones de euros. Ello supone que debe terminar lo antes posible la negociación sobre l a necesaria reforma de las pensiones griegas, que supone conseguir un ahorro del 1,25% del PIB para los años 2015 y 2016.

Tsipras afirmó que esto se ha conseguido en parte y la cantidad restante se conseguirá aumentando en un 1% las cotizaciones por parte de los empresarios, algo que ha sido aceptado.

Insistió que dicho proyecto de reforma ha sido presentado por el gobierno para entablar un diálogo con todas las partes implicadas y poder seguir teniendo pensiones después de unos pocos años. Tsipras repitió una vez más el que la propuesta gubernamental se basa en la creación de una pensión nacional (que se mejorará según los años y la cantidad cotizada por cada trabajador), algo que protegerá a los más débiles.

Criticó a la oposición, a la que acusó de ser irresponsable por pedir la retirada de este proyecto de reforma y a quienes se muestran contrarios a estas mismas reformas, recordando que su gobierno lucha por no recortar por décimosegunda vez las pensiones principales en cinco años. Aprovechó para invitar a los agricultores, críticos y opuestos a estas reformas, a mantener un diálogo «sincero y exhaustivo«. Lo que ni Tsipras ni su gobierno quieren es que se retrase la presentación del proyecto de ley sobre la reforma que deberán aprobar los diputados de su partido y del de los Griegos Independientes y sobre todo el que la capital no se vea paralizada por miles de tractores en sus avenidas y en la Plaza de la Constitución estos días.

Acampar en Atenas

«Llegaremos a acampar en Atenas a partir del viernes», anunciaron por su parte los representantes del Comité Coordinador de los bloqueos de las carreteras griegas (nada menos que 68 en todo el país). «Esperábamos algo más concreto del Primer Ministro y no un discurso preelectoral”afirmó Jrístos Góndias, que preside el Comité Panhelénico de Coordinación de agricultores y ganaderos. Su comité solicita que el gobierno retire su proyecto, que se elimine todo impuesto a los agricultores que tienen ingresos inferiores a 12.000 euros y que se reduzcan los restantes impuestos, no tener que pagar impuesto alguno por su combustible, no sufrir desahucios en sus propiedades siempre que no superen los 300.000 euros y otras exigencias a las que el gobierno se opone.

Fuentes gubernamentales comentan que dado que más del 80% de los agricultores declaran ingresos inferiores a los 5.000 euros anuales, sus exigencias sobre la política fiscal resultan poco convincentes y afectan sólo a una minoría.

Por el momento parece seguro que serán muchos los agricultores que se dirigirán hacia la capital del país, «para presentar nuestras exigencias, no para crear enfrentamientos o para provocar incidentes». Lo malo es que el resto de los griegos no tienen mucha paciencia con los agricultores y ganaderos, tradicionalmente los «niños mimados» de todos los gobiernos griegos hasta ahora: hasta hace 20 años no pagaban ni siquiera contribuciones para su fondo de salud y pensión, hasta hace dos años tenían únicamente un 6% de retenciones. Ahora pagan el 13% y una pequeña cantidad al mes para su fondo de salud y pensión (en total entre 694 y 1.150 euros al año, una miseria comparada con las actuales contribuciones a la seguridad social de la mayoría de trabajadores y empresas del sector privado), ya no tienen subsidios para su combustible y el IVA en la mayoría de los piensos y semillas ha saltado del 13 al 23%. Con el nuevo proyecto del gobierno deberán pagar una mayor contribución al mes para su caja de salud y pensión, equivalente al 27% de sus ingresos.

La agricultura griega representa un 3.8% de la economía, fundamental porque emplea a más de 700.000 griegos y representa una quinta parte de todos los ingresos por exportaciones griegos.