El Gobierno de Duterte y la guerrilla comunista iniciarán el diálogo de paz el lunes en Oslo

Representantes del Gobierno filipino y del Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP), que representa a la rebelión comunista, abrirán el lunes en Oslo las conversaciones de paz, informó hoy el Ministerio de Exteriores noruego.

El acto formal de apertura del diálogo comenzará a las 09:00 horas hora española en un céntrico hotel de la capital noruega, y en él intervendrán representantes de las dos partes y Børge Brende, ministro de Exteriores de Noruega, país que ejerce de mediador desde 2001.

Gobierno y comunistas habían celebrado hace dos meses en Oslo un diálogo preliminar para preparar una nueva ronda de negociaciones tras la ruptura de las conversaciones en 2011.

Entre los temas que serán discutidos en Oslo figuran el alto el fuego, una amnistía para los presos comunistas y formas para acelerar el proceso de paz.

Desde que Rodrigo Duterte ganó las elecciones presidenciales en mayo, el Ejecutivo y la rebelión comunista han acercado posturas.

El presidente filipino anunció un alto al fuego unilateral el 25 de julio, cancelado cinco días más tarde, tras un ataque del brazo armado comunista, el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA). La Justicia filipina concedió hace unos días la libertad condicional a nueve consultores del NDFP, la plataforma que agrupa al proscrito partido comunista (CPP) y otras organizaciones de izquierdas.

El CPP anunció ayer en respuesta a esa decisión que «en los próximos días» ordenará a la guerrilla que declare un alto el fuego unilateral como «gesto de buena voluntad» y para dar «mayor impulso» a las negociaciones en Oslo. La tregua se implementará mientras duren las negociaciones, según precisó el CPP, que expresó su gratitud hacia Duterte, al que instó a liberar a otros 550 presos.

El CPP fue creado en 1968 como una organización política clandestina con el objetivo principal de derrocar al Gobierno. El NPA es su brazo armado, cuenta con unos 6.000 combatientes regulares y lleva cerca de 45 años alzado en armas en un conflicto que ha causado cerca de 30.000 muertos.