Mattarella convoca al expresidente del BCE Mario Draghi para formar gobierno en Italia

El presidente de la República aboga por «un Ejecutivo de alto perfil en plenas funciones, y no político»

El expresidente del BCE y candidato a gobernar Italia Mario Draghi EFE/ EP

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En un dramático discurso, el presidente de la República, Sergio Mattarella , cerró la puerta a unas elecciones anticipadas y convocó a mediodía de ayer a Mario Draghi , expresidente del Banco Central Europeo, al palacio del Quirinal para encargarle la formación de gobierno. Mattarella lanzaba un emotivo llamamiento a las fuerzas políticas para que apoyen a « un gobierno de alto perfil »... en otras palabras, un Ejecutivo que incluya a los mejores hombres y mujeres de que dispone Italia para superar los graves retos a los que se enfrenta: una pandemia que no da tregua, la crisis económica que la acompaña, y el reparto y la ejecución del Fondo de Reconstrucción.

Tras el fracaso del mandato exploratorio que dio el viernes al presidente del Congreso de los diputados, Roberto Fico , para ver si había una mayoría parlamentaria, Mattarella dijo en la noche del martes que descartaba un adelanto electoral porque «con el voto anticipado se corre el riesgo de que aumenten los contagios del Covid». El presidente añadió que «las elecciones representan un ejercicio de democracia... pero tengo el deber de subrayar cómo el largo período de campaña electoral, y la consiguiente reducción de la actividad gubernamental, coincidirían con un momento crucial para el destino de Italia». En consecuencia, Mattarella destacó que «en la emergencia sirve un gobierno en plenas funciones , y no político».

Dos décadas de crisis

Ante la grave crisis por la que atraviesa Italia, con una economía estancada desde hace dos décadas, con el país dividido, y con una clase política incapaz de afrontar las urgentes reformas que necesita el país, muchos italianos habían puesto la mirada en el prestigioso Mario Draghi, con la esperanza de que se le encargara la misión de sacar a Italia del marasmo en el que está precipitando. ABC adelantó ya hace un mes, en su edición del 5 de enero, que ante la dramática situación que vive el país « Draghi es el mejor remedio italiano contra la crisis », destacando entonces que se perfilaba para «encabezar un gobierno de reconstrucción nacional».

Con el pasar de los días, se ha podido comprobar que solo una personalidad de extraordinaria capacidad, por encima de las interminables batallas políticas italianas, podría hacer frente a la emergencia sanitaria y económica. Draghi no ha dicho ni una sola palabra durante esta enloquecida e inexplicable crisis política. Pero, obviamente, en silencio, era el gran convidado de piedra. Porque en él se pensaba como la mejor opción si, como se intuía, fracasaban las negociaciones entre los partidos.

Mario Draghi es el hombre más alejado de ese escenario de guerrilla política que se ha visto en Italia en las últimas semanas. La clase política ha demostrado mirar más por sus intereses partidistas que por las necesidades del país. Muy al contrario, Draghi ha dicho siempre lo mismo: « No quiero ser un político profesional . Soy un fiel servidor del Estado; si me llaman, me pongo a disposición del país».

En las últimas horas, el espectáculo que han dado los partidos de centro-izquierda, en particular Renzi, en la búsqueda de una mayoría, es un claro reflejo de la fragilidad del sistema político italiano, que debilita la democracia porque aleja más a los ciudadanos de su clase política en medio de una pandemia y una angustiosa crisis económica. Por todo ello, el presidente Mattarella ha dicho basta y ha convocado a Draghi, por su extraordinaria capacidad, su gran prestigio y el respeto que se ganado en Europa . Ambos mantienen una excelente relación institucional y sus contactos han sido siempre constantes.

La convocatoria a Draghi llega al final de una jornada en la que la política italiana vivió una tormenta perfecta y tocó fondo. Después de una confusa e inexplicable crisis de gobierno abierta el 13 de enero por Matteo Renzi , líder de Italia Viva, hubo fumata negra tras las negociaciones entre los partidos de la mayoría, como se temía y era de esperar ante los intereses políticos contrapuestos. El presidente de la República dio el pasado viernes al presidente del Congreso, Roberto Fico, del Movimiento 5 Estrellas, un mandato exploratorio para que consultara con las fuerzas de la mayoría (M5E, Partido Democrático y Libres e Iguales), además de Italia Viva.

El fracaso de Fico

Desde entonces se ha negociado sobre un programa para establecer un pacto de legislatura, como pidió Matteo Renzi. Pero Fico, tras su mandato exploratorio, se presentó en la noche del martes al Quirinal con las manos vacías. Su exploración fracasó. Así lo ha referido Mattarella. Tras la reunión, Fico declaró: «Las distancias son tales que no hay disponibilidad para dar vida a una mayoría ». Se consumó la ruptura entre Italia Viva, de Renzi, y los partidos de la mayoría.

Mattarella llegó a la conclusión que era imposible formar una mayoría sólida y estable en el centro-izquierda, y que no le convenía al país un adelanto electoral, ante los grandes desafíos, particularmente tres: pandemia y campaña de vacunación, la crisis económica y la puesta en marcha del plan del Fondo de Reconstrucción, que cuenta con 209.000 millones de euros . Así se lo explicó al país tras despedir al presidente del Congreso. Los italianos han tenido siempre gran respeto y confianza en Mattarella. Anoche, en un tiempo turbulento, volvió a mostrar su equilibrio institucional, adoptando la mejor decisión para el país.

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