Francia y Alemania apoyan un fondo de medio billón de euros para salvar la crisis

Macron y Merkel subrayan, al lanzar su iniciativa, que está en juego no solo la economía, por el impacto del Covid-19, sino también la unión política de la UE

La canciller Angela Merkel durante la videoconferencia con el presidente Emmanuel Macron este lunes EFE

Angela Merkel , canciller de Alemania, y Emmanuel Macron , presidente de Francia, presentaron ayer una gran iniciativa franco-alemana destinada a «relanzar» la UE. Ambos propusieron al resto de los aliados la creación de un Fondo común de 500.000 millones de euros , para proteger y relanzar las economías europeas, reafirmar la «soberanía común» y fundar una futura y deseable «Europa de la sanidad», consagrando tal proyecto con una «nueva ambición ecológica y numérica». Esto no quiere decir que vayan a aportar esa cantidad, sino que dan su aprobación por adelantado para que la Comisión Europea se provea en los mercados de fondos extraordinarios para el presupuesto común, del que saldrán las ayudas.

Será la primera vez que los países de la UE soliciten préstamos conjuntamente y, por lo tanto, sean responsables unos de otros. El EFSF, que se creó en 2010 para hacer frente a la crisis de la deuda soberana, se autofinancia en el mercado de capitales y los países miembros solo ofrecen garantías. Ahora ha sido reemplazado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), en el que los países miembros contribuyen de acuerdo con las claves del BCE. El endeudamiento de la Comisión Europea que respaldan ahora Alemania y Francia deberá ser aprobado por unanimidad de los 27, al igual que la expansión del marco. De hecho, los detalles de financiación del programa quedan abiertos y son controvertidos.

Tras este primer «delicado proceso de concertación bilateral», Merkel en Berlin, y Macron en París, anunciaron conjuntamente una iniciativa de cierta envergadura histórica. Ante la gravedad dramática de la crisis en curso, París y Berlín retoman la iniciativa para desbloquear un proceso atascado entre norte y sur. «Europa debe permanecer junta», dijo Merkel , «la economía debe recuperarse con rapidez y por eso proponemos un fondo de reactivación temporal de 500.000 millones de euros con base en los presupuestos europeos, así que no son créditos sino gasto presupuestario, para las regiones y para los sectores más afectados».

La canciller y el presidente no olvidan que Europa ha fallado, en cierta medida, durante el estallido de la gran crisis sanitaria mundial, víctima de egoísmos nacionales y falta de coordinación, en materia de gestión de fronteras. En este punto, Macron se refirió concretamente y en términos bastante críticos a la cuarentena obligatoria que España ha impuesto a última hora a los turistas que lleguen desde el resto de Europa. «España ha decidido imponer medidas de control reglamentarias, nosotros haremos lo recíproco, nada más . Desde un punto de vista sanitario, no estoy seguro de que la medida sea la más eficaz ni más realista», dijo, abogando por «no reducir las libertades» y «mantener todos las mismas reglas».

La gran iniciativa común

Tras reconocer esos puntos débiles, la pareja Merkel - Macron dio a conocer las grandes líneas de la gran iniciativa común, que Alemania y Francia desean presentar ante el resto de los miembros de la UE a través de la Comisión europea y que tiene cuatro grandes capítulos . El primero de sus objetivos es echar los cimientos de una futura Europa de la Sanidad, que no existe hasta ahora. Se trata de abrir un proceso que será largo, complejo y esencial. La pandemia ha descubierto una vulnerabilidad continental. La futura Europa sanitaria está llamada a ofrecer respuestas creíbles, a medio y largo plazo.

En segundo lugar figura la creación de ese Fondo Europeo de Reactivación de 500.000 millones de euros, destinado a relanzar y prestar socorro a los sectores y regiones más afectados por la crisis. Será, en su día, un arma potencialmente capital. Queda por negociar las modalidades prácticas que finalmente adoptará la UE ante la iniciativa franco-alemana y el asunto debe ser debatido y aprobado por todos los países miembros . Merkel mencionó incluso el conveniente respaldo parlamentario nacional.

Alemania y Francia desean también reafirmar la soberanía europea en terrenos estratégicos, como el sanitario, el industrial, el económico y el comercial. Se trata de proteger empresas, proteger industrias y mercados, en un contexto mundial donde los «predadores», en palabras de Macron, son «amenazantes». «Europa no debe replegarse en sus fronteras, pero tampoco debe ser ingenua», advirtió.

Satisfacción en Bruselas

«Esta es la respuesta corta a la crisis planteada por la pandemia», describió Merkel, «a la que seguirá la respuesta larga para afrontar las consecuencias a más largo plazo». «Todo tiene que hacerse dentro de las reglas presupuestarias», insistió, sugiriendo que la aplicación de decisiones como las planteadas ahora pueden requerir una reforma de los Tratados comunitarios . «Tenemos que actuar de manera europea», insistió la canciller alemana, alertando que, además de las vidas segadas, el mayor peligro que el coronavirus puede suponer es una amenaza a la unidad europea. «El objetivo es que la UE salga de esta crisis más fuerte y unida», recalcó.

Apenas había terminado la rueda de prensa virtual, con diez periodistas presentes en Berlín y otros tantos en París, la Comisión Europea dio la bienvenida al plan de recuperación que calificó de constructivo. «La propuesta reconoce el alcance y el tamaño del desafío económico que afronta Europa y con acierto pone el énfasis en la necesidad de trabajar en una solución que tenga el presupuesto europeo en el centro», declaró la presidenta de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen.

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