Fillon responsabiliza a Hollande y Le Pen de la crisis en Francia

A cien días de la próxima elección presidencial, François Fillon entró ayer oficialmente en campaña con una doble advertencia: «Francia oscila hoy entre el riesgo de la decadencia precipitada por François Hollande y el riesgo de una grave crisis nacional provocada por el extremismo de Marine Le Pen».

Tras ser elegido candidato conservador en las primarias del centro derecha que eliminaron a Nicolas Sarkozy el mes de noviembre pasado, Fillon presidió ayer el Consejo Nacional de Los Republicanos, destinado a poner en «orden de batalla» el partido de la derecha francesa y proceder a las primeras nominaciones de los candidatos a las elecciones legislativas que seguirán a las presidenciales del 23 de abril y el 7 de mayo próximos.

El riesgo extremista

Fillon empezó por lanzar un aviso: «Comenzamos una batalla de gran calado, para Francia y para Europa.

No debemos confiar en los sondeos, si son buenos como si son malos. Propongo grandes reformas de fondo, para poner fin a la erosión, declive y decadencia que están ahí, al final del mandato presidencial de Hollande. Pero también debemos afrontar ese riesgo extremista que nos invita a romper con Europa y el euro».

En el terreno económico, Fillon confirma una ruptura importante, destinada a restaurar la productividad y el crecimiento de Francia, que este año apenas será de un 1,2 %, cuando España crecerá más del 3 %. En el terreno social y cultural, desea instaurar un techo a la inmigración y enmarcar las actividades del islam francés. El candidato conservador anuncia una «batalla dura y franca. Que podemos ganar».

Cuando los eventuales aspirantes socialistas continúan relegados a un humillante cuarto o quinto puesto en la primera vuelta, Fillon solo tiene una temible rival, Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional, a quien algunos sondeos pronostican la victoria en la primera ronda.

Ante la segunda vuelta del 7 de mayo, Fillon se cotiza como candidato ganador en todos los sondeos. El espectacular hundimiento socialista, y la emergencia de Emmanuel Macron, exministro de Economía de Hollande, como candidato social reformista, introducen factores de incertidumbre inéditos.