Un soldado iraquí enciende una vela en una iglesia recuperada de manos de Daesh en Qaraqosh
Un soldado iraquí enciende una vela en una iglesia recuperada de manos de Daesh en Qaraqosh - REUTERS

Los eslóganes chiíes sustituyen a los yihadistas en torno a Mosul

El Ejército de Bagdad comienza a reconstruir algunas iglesias destruidas

Bartella (Irak) Actualizado: Guardar
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Bartella, localidad mixta cristiana y musulmana, es una especie de zona cero donde los años de «califato» y las dos semanas de ofensiva han traído la destrucción total. Parece increíble que aquí vivieran 30.000 personas antes de la irrupción de Daesh. Todos los accesos están reventados, así que hay que entrar por un camino de tierra habilitado por los militares. Un «humvee» con una gran bandera del imán Husein pasa a toda velocidad y levanta una nube de polvo. Firaz va a al volante. Tiene 24 años, es de Bagdad y lleva desde los 17 en la vida militar, primero como miliciano del Ejército del Mahdi (milicia chií de Muqtada al Sadr) y ahora como soldado profesional. Nos pide que le sigamos porque nos quiere mostrar una de las iglesias.

Los soldados han puesto una cruz de madera en lo más alto. El templo está destrozado y hay pintadas en cada puerta para prevenir el acceso debido a las minas. «Esto no es por culpa de los combates, fueron los hombres de Daesh quienes saquearon y minaron las iglesias», explica Firaz, quien cree que «esto es una guerra hasta la muerte, hasta el final. Vamos a llegar pronto a Mosul, pero algo harán de nuevo los suníes como antes hicieron con Al Qaida y luego Daesh… Nuestra vida es una vida de lucha hasta el final», explica este joven al que ya han herido tres veces.

Calles minadas

La única vida en las calles es la presencia de soldados de Irak. Firaz aconseja no dar un paso más allá de la carretera asfaltada porque aún no han empezado con el desminado. Unas calles donde permanecen las señales colocadas por el «califato» para renombrar la avenida central como «Calle del hermano muyahidín Abu Ayub», o la escuela secundaria como la «Escuela Secundaria del hermano muyahidín Abu Mohamed». Son carteles escritos con letras blancas sobre fondo negro, los mismos colores de la bandera de Daesh, que preside el muro principal del instituto. Una bandera que reza «no hay más dios que Alá y Mahoma es su Profeta» y que ha sido tachada por los militares iraquíes que han escrito «Alí es el representante de Dios».

Este mismo eslogan se repite en cada bandera de Daesh y también a las puertas de las casas que la Golden Division de Irak ha reconvertido en sus cuarteles de forma temporal en este avance a Mosul y donde se pueden leer eslóganes como «el estado de Hussein viene a quedarse para siempre». Esta es la división que ha tomado parte en las liberaciones de Faluya o Ramadi y la dirige el general kurdo Fadhil Jalil al Barwari, pero sus banderas y eslóganes sobre Alí, primo y yerno de Mahoma, y sobre todo Hussein, nieto del Profeta y tercero de sus doce imanes, son los mismos que los de las Unidades de Movilización Popular (milicias chiíes), que tras la negativa inicial de Estados Unidos, ya toman parte activa en esta ofensiva en el frente oeste de Mosul, para cortar la salida hacia Siria.

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