Las enfermedades de los presidentes de Estados Unidos

Los problemas de salud de la candidata demócrata, Hillary Clinton, en plena campaña electoral han hecho saltar las alarmas, pero son muchos los dirigentes estadounidenses que se han enfrentado a enfermedades durante su mandato

MADRID Actualizado: Guardar
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  1. John F. Kennedy

    Vital, enérgico y de aspecto saludable. En 1960, John F. Kennedy se convirtió en el presidente más joven de Estados Unidos. Pero, a pesar de su apariecia, padecía una enfermedad renal conocida como enfermedad de Bright. Le provocaba insuficiencia renal y fuertes dolores de espalda que hacían que tareas tan cotidianas como subir las escaleras de un avion o ponerse los calcetines se convirtieran en un suplicio. Sin embargo, no fue lo que lo mató. El 22 de noviembre de 1963, a las 12:30, recibió varios impactos de bala mientras el público congregado para ver pasar al flamante presidente por la calle Elm de Dallas (Texas) lo aclamaba y vitoreaba. Fue declarado muerto media hora más tarde.

  2. Franklin Delano Roosevelt

    Contrajo poliomielitis, una infección de las fibras nerviosas de la columna vertebral, cuando tenía 39 años. Perdió la movilidad de las dos piernas. Podía levantarse y, con la ayuda de muletas, mantenerse de pie, pero no era capaz de andar. Recurrió a infinidad de tratamientos para intentar libarse de una enfermedad de la que nunca se llegó a curar. Fundó un centro de hidroterapia, un método curativo de cuyos beneficios estqaba convencido. Lo llamó Roosevelt Warm Springs Institute for Rehabilitation y aún sigue abierto.

    Temeroso de que la enfermedad le pudiera arruinar su carrera política, siempre se preocupaba por hacer ver que se estaba recuperando. En 1932 cumplió su objetivo y se convirtió en el presidente de los Estados Unidos. El 12 de abril de 1945, poco antes de que terminase la Segunda Guerra Mundial y durante su último mandato, murió como resultado de una hemorragia cerebral.

  3. Woodrow Wilson

    En octubre de 1919, cuando ostentaba su segundo mandato, Woodrow Wilson sufrió un derrame cerebral que le dejó paralizado el lado izquierdo del cuerpo y parcialmente ciego. Para conservar su cargo, trató de disimular su enfermedad por todos los medios. Una tarea para la que la ayuda de su mujer, Edith Wilson, fue imprescindible. Seleccionaba los asuntos que consideraba importantes para facilitarle el trabajo a su marido; también colaboraba con su médico para ocultar la enfermedad del presidente ante los medios y los ciudadanos.

  4. Dwight David «Ike» Eisenhower

    Dirigió el destino de Estados Unidos desde 1953 hasta 1961. Ex comandante supremo de la OTAN y antiguo jefe de Estado mayor del Ejército estadounidense, era un experimentado estratega que llevó a cabo operaciones militares como el desembarco de Normandía. Gracias a ella se logró liberar a los territorios de la Europa occidental del domninio nazi. No obstante, a lo largo de sus años de presidencia, su salud se fue resquebrajando. En septiembre de 1955, sufrión ataque cardiaco. En junio del año siguiente se sometió a una operación quirúrgica: padecía la enfermedad de Crohn. Su sistema inmunitario atacaba a su propio instentino y hacía que se le inflamase. A partir de entonces, tuvo comenzó a seguir una dieta blanda muy estricta.

    Más tarde, en noviembre de 1957 tuvo un derrame cerebral.

  5. William Henry Harrison

    Tenía 68 años cuando fue elegido presidente en 1841, una edad solo superada por Ronald Reagan -quien accedió al poder en 1980 a los 69 años-. Aún era invierno y, a pesar de las bajas temperaturas, pronunció su discurso inaugural sin abrigo, A partir de entonces su salud empezó a resentirse. Murió de neumonía a los 30 de jurar el cargo. El suyo es hasta ahora, el mandato más corto de la historia de Estados Unidos.

  6. Grover Cleveland

    Ostentó dos mandatos no consecutivos: de 1885 a 1889 el primero; y desde 1893 hasta 1897, el segundo. Poco después de su reelección, le fue diagnosticado un cáncer de mandíbula. Entonces, haciendo todo lo posible por ocultar el tumor, Cleveland anunció que se tomaría cuatro días de descanso para pescar en el barco de un amigo. En realidad, durante ese tiempo, en una intervención de 90 minutos, un equipo de seis cirujanos le extirpó el tumor y le quitó cinco dientes además de parte de la mandíbula. Su rostro ya no era el mismo, pero él trataba de ocultar los cambios tras un enorme bigote.

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