Keiko Fujimori, candidata del partido Fuerza Popular, durante el cierre de campaña, el jueves en Lima
Keiko Fujimori, candidata del partido Fuerza Popular, durante el cierre de campaña, el jueves en Lima - EFE

ELECCIONES PERUANASKuczynski pisa los talones a Fujimori en la segunda vuelta electoral de Perú

El exministro de Economía ha remontado en los últimos días en los sondeos y la hija del expresidente preso solo le supera por un estrecho margen

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La suerte no está echada pero falta poco para que así sea. Este domingo es el último día de incertidumbre. Las urnas decidirán si Keiko Fujimori –favorita, aunque en declive en los sondeos– logra recuperar la presidencia que durante una década fue de su padre (1990-2000). Pero también puede producirse un «deja vu» o repetición parecida de la historia y la hija de Alberto Fujimori, de 41 años, puede volver a ver –cómo le sucedió frente a Ollanta Humala en 2011– que la victoria se le escapa entre los dedos cuando apenas hace una semana la tenía garantizada.

Es un escenario difícil pero no imposible. Pedro Pablo Kuczynski, economista de 77 años, ha remontado en los últimos cinco días y la diferencia que tenía con su adversaria, de media docena de puntos, ahora se encuentra, según todos los sondeos, dentro del margen de error, aunque siempre a la zaga de «La china», como se conoce popularmente a la candidata de Fuerza Popular.

El frente común contra de casi toda la clase política, aunque tarde, parece estar dando resultados

La tendencia ha cambiado en la recta final de la campaña. El frente común contra Keiko Fujimori de casi toda la clase política, aunque tarde, parece estar dando resultados. La pregunta del millón es si habrá tiempo suficiente para que PPK, siglas por las que se conoce al candidato. de nombre impronunciable, de Peruanos Por el Kambio, puede imponerse en las urnas.

Tres simulacros de votación realizados esta semana –con mayor credibilidad que lo sondeos– no terminan de despejar la duda. Todos le dan una ligera ventaja a Keiko pero, a día de hoy, nadie pone las manos en el fuego por ella.

La firma GFK, la que más cerca estuvo de acertar en la primera vuelta, anticipa un 50,3% de la intención de voto para la hija mayor de Alberto Fujimori, frente a un 49,7% de Kuczynski. La consultora CPI, en un estudio realizado el martes y miércoles pasado, le adjudica un 51,6 por ciento de votos a Keiko frente al 48,4 por ciento que obtendría PPK si las elecciones se hubieran realizado esos dos días. El margen de error estimado es de 2,3 puntos porcentuales arriba o abajo, «por lo tanto –aclaran los responsables– se necesitarían una diferencia de más de cuatro puntos para hablar de certezas». Datum, por su parte, ofrece números más sólidos para Keiko que lograría, al segundo intento, alcanzar la presidencia con un 52,1 por ciento de respaldo popular mientras que PPK se quedaría estancado con el 47, 9 por ciento.

De tendencia liberal

En Perú no está permitido difundir encuestas ni simulacros de votación la semana previa a las votaciones, pero los guarismos vuelan por las redes sociales y la población los conoce como el resto del mundo. ¿Cuánto influyen a la hora de votar? La pregunta no tiene respuesta. En este escenario los candidatos, ambos de tendencia liberal, quemaron sus últimos cartuchos en el cierre de campaña para intentar arañar los votos de los que dicen que dudan y que las encuestadoras consideran indecisos.

El ex ministro de Economía de Alejandro Toledo los quemó en territorio amigo. En Arequipa, el sur del Perú, se despidió de la campaña con bríos renovados. La amenaza de un inminente batacazo en las urnas forzó un cambio de estrategia en las filas de PPK, que pasó de tratar con guante de seda a Keiko Fujimori a atizarle, sin miedo, más de un revés. «No vamos a permitir que el Perú se transforme en un país gobernado por el narcotráfico, queremos un país seguro y limpio», proclamó alzando la voz.

El mayor desafío de Fujimori es convencer al electorado de que ella no es su padre

La hermana de Kenji Fujimori –el congresista más votado en las elecciones, por segunda vez consecutiva– no se movió un milímetro de su posición de salvadora de una patria que promete cambiar. Se mostró en Lima, feudo que le sonríe, como la única garante de la seguridad, el tema que más preocupa en Perú junto con el desempleo. Siempre en clave positiva, dijo: «Con energía, con pasión, pensamos resolver los problemas de inmediato. Nosotros representamos el cambio para nuestro país».

El mayor desafío de Keiko Fujimori es convencer al electorado de que ella no es su padre. En primera vuelta lo logró con el 40 por ciento del electorado pero el resto siguió pensando que si no lo es, se le parece mucho. Este domingo sabrá si superó el reto o tendrá que seguir esperando

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