EE.UU. pide ayuda a la OTAN para combatir a Daesh

La Alianza estudia enviar a Siria e Irak aviones Awacs de vigilancia

CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Estados Unidos ha pedido a la OTAN que apoye a la coalición que está luchando contra los terroristas de Daesh en Siria e Irak, según confirmó ayer el secretario general de la organización. El noruego Jens Stoltenberg aseguró que los demás países aliados analizan actualmente una petición de Estados Unidos para que los aviones de vigilancia Awacs que pertenecen a la Alianza se impliquen en la coalición internacional que lidera Washington contra los yihadistas.

En una rueda de prensa con motivo de la presentación del informe anual de la Alianza de 2015, Stoltenberg señaló:«Hemos recibido una petición de EE.UU. para proveer apoyo a través de los esfuerzos de la coalición y ayudarles con los aviones de vigilancia Awacs de la OTAN».

Vigilar a Rusia

Los Awacs son aviones que pertenecen a la organización militar (aunque vuelan con matrícula de Luxemburgo porque necesitan un indicativo oficial) y sirven esencialmente para patrullar y vigilar el espacio aéreo. Sus gigantescos radares cubren un territorio inmenso y pueden detectar cualquier aparato en vuelo a cientos de kilómetros de distancia. Por ello se supone que la intención de implicar a esta tecnología en el conflicto obedece esencialmente al interés de controlar las actividades de la muy mermada aviación del régimen sirio y, sobre todo, las de los aviones rusos que participan en la guerra civil en apoyo de Al Assad.

Durante la conferencia de prensa, el secretario general de la OTAN celebró que los países aliados hayan detenido la política de recortes en gastos de defensa «debido a los múltiples desafíos» a la seguridad tanto en el sur como en el este de Europa. El noruego pidió a los países «gastar mejor en inversiones de armamentos modernos».

Para la Alianza Atlántica, Rusia sigue siendo un factor esencial de inseguridad, puesto que «ha demostrado su ambición de cambiar por la fuerza las fronteras de Europa». El secretario general descartó que se vuelva a una disposición militar «como la de la época de la guerra fría con miles de tropas estacionadas en la frontera», sino que prevé despliegues simbólicos en el Este y a base de dotarse de fuerzas más flexibles y preparadas para desplegarse.

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