EE.UU. aumenta la presión contra el régimen cubano estrangulando más sus remesas de dinero

El Departamento de Estado anuncia sanciones contra siete empresas controladas por militares, entre ellas la financiera Fincimex, que trabaja con Western Union

REUTERS
Susana Gaviña

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En coincidencia con el cumpleaños de Raúl Castro , que este miércoles alcanzó los 89 años, Estados Unidos aumentaba la presión contra el Gobierno cubano anunciado nuevas sanciones contra siete empresas controladas por militares. «Estas siete subentidades benefician desproporcionadamente a la dictadura de Castro, un régimen que utiliza las ganancias de estos negocios para oprimir al pueblo cubano y financiar su interferencia en Venezuela, a expensas del pueblo cubano y de la empresa privada en Cuba», argumentó a través de un comunicado el secretario de Estado, Mike Pompeo .

Entre las empresas incluidas en esta «lista negra», creada por el presidente Donald Trump en 2018, se encuentra la entidad financiera Fincimex (Financiera Cimex, S.A.) . Constituida como sociedad financiera en 1984 en Panamá, el Banco Central de Cuba le otorgó a finales de los años 90 la licencia para gestionar y administrar las remesas de ayuda familiar desde el extranjero hacia la isla. Las sanciones impuestas ahora por EE.UU. le prohíben a esta sociedad hacer negocios con empresas estadounidenses, entre las que se incluye la entidad Western Union, el mayor operador de los aproximadamente 3.500 millones de dólares que llegan en forma de remesas a la isla cada año, donde hay 420 sucursales de la empresa estadounidense. Estas sanciones suponen un duro golpe a Cuba pues de EE.UU. procede el 90% de las remesas que recibe el país. Según un informe de la consultora The Havana Consulting Group (THCG), con sede en Miami, en la última década la isla habría recibido 29.000 millones de dólares procedentes de EE.UU.

Las remesas se han convertido en uno de los objetivos del Gobierno de Trump para aumentar la presión sobre el régimen cubano. Ya el pasado mes de octubre la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro implementó una serie de medidas que restrigían los envíos de remesas, limitando a 1.000 dólares por trimestre los envíos que un remitente podía hacer a un ciudadano cubano en la isla. Algo que afectó Western Union, que en febrero anunció que dejaba de operar en todo el mundo, excepto en EE.UU. De esta manera se suspendían las remesas desde terceros países.

«La incorporación de la institución financiera Fincimex a la Lista de entidades restringidas de Cuba ayudará a abordar los intentos del régimen por controlar el flujo de divisas que pertenece al pueblo cubano. La gente debería tener la libertad de decidir qué hacer con su propio dinero», subraya Pompeo en el comunicado.

Estas sanciones contra Fincimex se producen una semana después de que el Banco Central de Cuba permitiera a los no residentes en la isla la posibilidad de abrir cuentas en dólares en bancos de Cuba. Una medida «desesperada» del Gobierno cubano «para captar divisas en un momento en el que evidentemente se ha producido un derrumbe del sector externo y los motores de la economía que proceden del exterior están paralizados, explicaba entonces el economista cubano Elías Amor al medio «14ymedio».

Fincimex pertenece al Grupo de Administración Empresarial S. A. (GAESA), un consorcio económico que está controlado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y que actualmente está dirigido por el general Alberto Rodríguez López Callejas , exyerno de Raúl Castro.

Además de a Western Union, las sanciones también afectarán a todas aquellas empresas que utilicen la tarjeta AIS, creadas por Fincimex, entre ellas la plataforma Airbnb , pues la mayoría de los dueños de casas de hospedaje en Cuba emplean dichas tarjetas como forma de cobro.

Sector turístico

Las otras seis empresas sancionadas por el Departamento de Estado también están en manos de militares. Se trata de tres hoteles (Marqués de Cárdenas de Montehermoso y el Regis, ambos en La Habana; y Playa Paraíso, en Ciego de Ávila), dos centros de buceo en Varadero, administrados por el grupo Gaviota; y un parque marino para turistas, el Delfinario Cayo Naranjo, en Rafael Freyre (Holguín), según informa CiberCuba.

«La mayor parte de la industria turística de Cuba es propiedad del Ejército cubano y está dirigida por este. Instamos a cualquiera que visite la isla a ser un consumidor responsable y evitar proporcionar fondos adicionales al régimen represivo y abusivo de Castro», indica Pompeo en el comunicado, y a continuación insta a que «los visitantes a Cuba apoyen a los pequeños empresarios cubanos que luchan por tener éxito a pesar de las fuertes restricciones impuestas por el régimen».

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, contestó a estas nueva tanda de sanciones horas después de hacerse públicas a través de su cuenta de Twitter: «El gobierno imperial aplica nuevas sanciones que afectan al pueblo cubano, mientras que el pueblo norteamericano es duramente azotado por la pandemia y la escalada racista. Que gobierno tan inmoral, prepotente y perverso. Aquí no se rinde nadie».

También lo hizo el ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza , que a través de un comunicado rechazó enérgicamente las sanciones, que calificó como «la nueva agresión del Gobierno supremacista de Donald Trump contra la República de Cuba». Para Arreaza, el objetivo de Washington con estas nuevas medidas es el de «distraer la atención de la opinión pública al criminalizar la actividad económica entre países soberanos como Cuba y Venezuela», «en medio de la crisis humanitaria de la Covid-19 y de revueltas a lo largo de todo su territorio nacional», dijo en referencia a la muerte del afroamericano George Floyd.

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