El drama de los emigrantes cubanos varados en terceros países, en su huida a EE.UU.

Cerca de tres mil personas están atrapadas en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica

Madrid Actualizado: Guardar
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El drama migratorio que sufren cientos de miles de ciudadanos de países en guerra en Oriente Próximo tiene otra vertiente americana de la que apenas se habla en el mundo. Cerca de tres mil cubanos se encuentran varados estos días en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica en su ruta hacia un paraíso que para ellos no es Europa, sino Estados Unidos. Centenares de cubanos, además, ya han emprendido el peligroso periplo que suele comenzar en Ecuador, pasar por Colombia, atravesar Centroamérica y México hasta llegar a EE.UU. Un fenómeno que en el Golfo de Urabá, en la frontera caribeña entre Colombia y Panamá, se ha llegado a denominar comoel «Lampedusa de América Latina».

Esta crisis ha disparado la tensión entre países vecinos y motivado la reunión prevista este martes en El Salvador entre los cancilleres de los países centroamericanos, Colombia, Cuba, Ecuador y México para buscar una salida.

Costa Rica reclamó el lunes que Nicaragua «quite el tapón» y permita la entrada de los cubanos, a los que el Ejército expulsó de su territorio el pasado 15 de noviembre con gases lacrimógenos, informa Reuters y Efe.

El éxodo cubano por tercero países comenzó en 2008, cuando el Gobierno ecuatoriano eximió de visado a los ciudadanos de la isla caribeña, aumentó en 2012 y estalló en 2015, explica en un informe Liduine Zumpolle, responsable de la ONG colombiana Manos por la Paz Internacional y holandesa Cuba Futuro. El aumento del número de cubanos dispuestos a llegar a EE.UU. por terceros países se produjo especialmente después de que Washington y La Habana anunciaran el comienzo del deshielo entre ambos países el 17 de diciembre de 2014. Estos miles de cubanos temen perder los privilegios migratorios que les concede la Ley de Ajuste y su política de «pie seco, pie mojado», que ofrece la residencia a quienes logran pisar territorio estadounidense pero permite deportar a quienes son arrestados en el mar. El régimen comunista cubano pide la derogación de esta política estadounidense, a la que responsabiliza de la dramática situación de estos emigrantes.

La mayoría huyen de la isla por motivos económicos, declaró a ABC el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), Elizardo Sánchez, quien precisó que «la situación económica de un país tiene que ver con su situación política». «Nadie huye de la felicidad, cuando alguien sale así de un país es porque las cosas allí están mal», añadió el activista cubano. Al mismo tiempo, el portavoz del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), Alejandro González Raga, criticó la pasividad del Gobierno de Raúl Castro: «En lugar de realizar una verdadera reforma política, económica y social que despierte en los cubanos la ilusión y permita la realización de sus proyectos de vida en su propio país, no es de recibo que haga recaer en terceros la gestión de esa falta de esperanza del cubano, que es la esencia de este problema migratorio».

Dos meses de viaje

La peligrosa ruta por mares, selvas y territorios extranjeros suele comenzar en Ecuador por la exención de visado, hasta donde los cubanos viajan en avión. Luego continúan por mar o tierra hasta Panamá -en este último caso atravesando Colombia-, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México hasta llegar a EE.UU. Se calcula que en 2015 una media de mil cubanos por semana han cruzado el mar del Golfo de Urabá hacia Sapzurro (municipio Acandi Choco), para desde allí cruzar la frontera con Panamá en el Darién.

Un viaje que puede durar unos dos meses, cuando Miami se encuentra a 144 kilómetros o un vuelo de veinte minutos. Por el camino sufren «robos, estafas, violaciones, maltratos, golpes y otras vejaciones», destaca el OCDH. En México tienen el peligro añadido de que sean devueltos a la isla. Pero el peor país para ellos es Colombia por la «estafa y maltrato que sufren de las mismas autoridades», recalca Liduine Zumpolle en el que informe elaborado tras su visita a la frontera colombo-panameña entre el 14 y el 18 de noviembre. «A una niña que viajaba sola la Policía le quitó todo lo que tenía, 1.200 dólares, amenazándole con devolverla a Cuba», subraya entre otros dramas. Zumpolle confía en que esta crisis sirva para que Colombia cambie sus leyes migratorias, porque «los inmigrantes ilegales son explotados por todo».

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