Donald Trump y Hillary Clinton
Donald Trump y Hillary Clinton - AFP

Donald Trump no presentará cargos contra Hillary Clinton

La fundación del presidente electo de EE.UU. ha admitido que violó una normativa que prohíbe destinar fondos a negocios o intereses propios, según el diario «The Washington Post»

CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Parte de la victoria de Donald Trump se debe a que el odio de muchos votantes hacia Hillary Clinton les llevó a votar con la nariz tapada al candidato populista o, simplemente, a no ir a las urnas. El multimillonario neoyorquino supo azuzar esa animadversión popular hacia su contrincante. Le colocó el mote de «Hillary la corrupta» desde el inicio de la campaña y atacó sin descanso el uso de un servidor privado de email cuando era secretaria de Estado y sus relaciones con donantes de la Fundación Clinton. El grito coreado con más fuerza en sus mítines era el de «¡Métela en la cárcel!». Y para cimentar sus acusaciones, prometió nombrar un fiscal especial para el procesamiento criminal de Clinton nada más aterrizar en la Casa Blanca.

Dos semanas después de las elecciones, la promesa ya es papel mojado. La que fuera directora de su campaña y una de sus asesoras más cercanas, Kellyanne Conway, confirmó ayer que no habrá una investigación criminal contra Clinton. «Creo que cuando el presidente electo dice antes de jurar su cargo que no quiere presentar esos cargos es un mensaje muy fuerte, en el tono y en el contenido», dijo Conway sobre la capacidad de Trump para influir en otros republicanos sobre el posible procesamiento de Clinton.

Las intenciones de Trump y las explicaciones de Conway sorprenden por dos motivos. Las «mentiras y engaños» de Clinton, que Trump decía en campaña que rivalizaban con el Watergate de Richard Nixon, ya no importan tanto. «Está pensando en muchas cosas ahora que se prepara para ser presidente de EE.UU., y las cosas que se decían en campaña no están entre ellas», aseguró Conway. Tabla rasa postelectoral. Además, que Trump decida si procesa o no a una persona vulnera la independencia de la fiscalía general y del FBI sobre su facultad de presentar o no cargos. Muchos analistas y expertos legales salieron ayer a criticar la actitud de Trump y a advertir sobre el riesgo de politizar la herramienta del procesamiento criminal.

«Son buena gente»

El entrometimiento de Trump es ya un hecho porque el FBI, que cerró sin presentar cargos la investigación sobre el uso del servidor de email privado, mantiene abierta una investigación sobre supuestas contribuciones de gobiernos y entidades extranjeras a la Fundación Clinton a cambio de favores del Departamento de Estado. Su marcha atrás era algo de lo que ya había dado pistas en la cadena CBS. «No les quiero hacer daño. Son buena gente», dijo sobre los Clinton.

La decisión se conoció pocas horas después de que Trump publicara un vídeo en YouTube donde daba detalles sobre las acciones que ejecutará en su «día uno» en la Casa Blanca y sorprendió que no mencionara muchos de los asuntos en los que basó su ascenso a la presidencia durante la campaña. Aseguró que emitirá una declaración de intenciones para salir del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en sus siglas en inglés), que cancelará las restricciones para la producción de energía y que, para dinamizar la economía, eliminará dos regulaciones por cada nueva regulación que se apruebe, entre otras cosas. Ni rastro de la cacareada promesa de construir un muro en la frontera con México, ni de la estrategia para deportar «dos o tres millones» de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales –como dijo ya como presidente electo–, ni de los planes para derogar y sustituir la «desastrosa» reforma sanitaria conocida como Obamacare, ni de la prohibición a la entrada de musulmanes en EE.UU., ni de sus ideas para derrotar a Daesh, un asunto del que sabía «más que los generales». Sobre política exterior solo mencionó que pondrá un marcha para proteger las infraestructuras claves del país de «ciberataques y cualquier otra forma de ataques». Sobre inmigración –un asunto central para buena parte de su electorado– solo dijo que ordenará al Departamento de Trabajo que investigue «los abusos en los programas de visados que perjudican al trabajador estadounidense».

Mientras tanto, Trump seguía deshojando la margarita para la conformación de su Gabinete. Los últimos rumores sitúan a Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York y unos de sus grandes valedores durante la campaña, como director nacional de inteligencia, un puesto que coordina todas las agencias dedicadas al sector, como la CIA, el FBI o la NSA. A través de Twitter, Trump aseguró que considera «seriamente» nombrar a Ben Carson como secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano.

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