Son mujeres afganas manifestándose en las calles de Kabul por las palabras de un gobernante talibán: que no se permita a las mujeres trabajar junto a los hombres. De cumplirse, quedarían excluídas de sus trabajos en oficinas gubernamentales, bancos, y medios de comunicación. Hemos trabajado durante 40 años para traer la ley Sharia en Afganistán que prohibe a hombre y mujeres estar juntos bajo un mismo techo, dice Hashimi mientras ellas siguen protestando en la capital afgana para que eso no ocurra y para preservar los derechos obtenidos durante dos décadas. Y temen que ocurra lo mismo que la última vez que gobernaron los talibanes entre 1996 y 2001. Entonces a las mujeres se les prohibió el empleo y la educación. Y aunque afirma que necesitan a las mujeres, también recalca que habrá instituciones separadas. Es decir hombres y mujeres separados en hospitales, en instituciones, en universidades y en escuelas.
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