Diez cosas que seguirán vetadas a las saudíes cuando empiecen a conducir

La histórica medida, que entrará en vigor la semana que viene, no afecta al núcleo de la tutela legal del varón

Una saudí practica la conducción en Riad AFP

FRANCISCO DE ANDRÉS

A medida que se acerca la fecha tótem del 24 de junio en que se levanta la prohibición de conducir para las saudíes, crece el clima de euforia entre las conductoras y entre las marcas internacionales de automóviles, que otean un agosto adelantado en el reino de los petrodólares. En un país de casi 23 millones de ciudadanos, amén de los 10 millones de trabajadores extranjeros, el fenómeno comercial y social que se avecina es fácil de imaginar. La medida del hombre fuerte de Arabia Saudí, el Heredero Mohamed bin Salman, es saludada como una auténtica “revolución”, y en cierto modo podría llegar a serlo. Pero, como señalan sus críticos, ni esta ni ninguna de las reformas de Bin Salman afectan al núcleo de la estructura patriarcal, bendecida por el clero suní wahabí, que establece un férreo control del varón sobre la mujer. Estas son diez de las cosas que la saudí seguirá teniendo vetadas una vez que se ponga al volante de su vehículo:

1. Sacar el pasaporte . Para desplazarse fuera del país, la mujer debe contar con una autorización expresa de su marido o tutor legal, conocido como “mahram”. El sistema social teocrático se fundamenta en el principio de que la libertad de movimiento hace a las mujeres “vulnerables al pecado”. 

2. Casarse o divorciarse . En ambos casos la iniciativa corresponde al varón y a las familias. Legalmente, el acuerdo para un matrimonio se establece entre el novio y el padre de la novia. Casarse con un no saudí es una fuente de problemas, en particular para las mujeres.

3. Abrir una cuenta bancaria . La mujer debe contar con el permiso del marido.

4. Mostrarse en público sin velo o con exceso de maquillaje . El código de vestimenta en Arabia Saudí es estricto. Las mayoría de las mujeres se ven obligadas a llevar una túnica negra -la abaya- y un velo que deja al descubierto solo el rostro. La policía religiosa saudí controla estrictamente esta norma en las calles y centros comerciales.

5. Darse un baño . Hay playas solo para mujeres. En los hoteles de lujo, las piscinas y gimnasios son solo para los varones.

6. Tomar un café con un amigo .  Las mujeres deben limitar al máximo su conversación con un varón que no sea de su parentela. Todos los edificios públicos tienen entradas diferenciadas para hombres y mujeres.

7. Practicar deportes a la vista de todos . En las raras ocasiones en que atletas femeninos saudíes han acudido a competiciones internacionales, lo han hecho acompañadas de guardianes masculinos y con ropa deportiva que les cubría todo el cuerpo y el pelo.

8 Probarse la ropa durante las compras . La mera idea de que haya probadores femeninos en las tiendas escandaliza al clero wahabí saudí, fuente de legitimidad de la monarquía de los Saud. Hasta enero de 2012, los empleados de las tiendas de lencería en Arabia Saudí eran hombres, por lo general empleados asiáticos; tras una revuelta de las mujeres, ahora se exige que sean chicas.

9 Leer una revista femenina , que no haya pasado previamente por la censura.

10 Entrar en un cementerio . Los camposantos saudíes están abiertos solo a los varones.

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