Putin lanza contra las protestas de Navalni a cosacos y ultranacionalistas

El líder opositor fue nuevamente detenido sin apenas haber podido unirse a la manifestación

Alexei Navalni AGENCIAS | Vídeo: Vea las imágenes de cómo detienen al opositor ruso Alexei Navalni
Rafael M. Mañueco

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Pese a que las protestas convocadas ayer en toda Rusia por el luchador anticorrupción y principal opositor, Alexéi Navalni , han perdido mucho fuelle con respecto a anteriores llamamientos, las autoridades rusas se han empleado a fondo con los manifestantes, lanzando contra ellos, no sólo a los antidisturbios en número desproporcionado, sino también a unidades de cosacos y a los fornidos activistas de la organización ultranacionalista Movimiento de Liberación Nacional ruso (NOD según sus siglas en ruso).

Estos grupos paramilitares agredieron con inusitada virulencia a los seguidores de Navalni, que fue detenido sin apenas haber tenido tiempo de unirse a la manifestación. Decenas de personas tuvieron que recibir asistencia médica y algunos acabaron en el hospital.

Bajo el lema « él no es nuestro zar » ayer salieron a la calle varios miles de personas en 21 ciudades de Rusia para protestar contra la investidura del presidente Vladímir Putin , que tendrán lugar el lunes en el Kremlin para un nuevo mandato de seis años. Putin obtuvo en los comicios presidenciales del pasado 18 de marzo el 76,66% de los sufragios, su mejor resultado en unas elecciones desde su aparición en escena hace ya casi 19 años.

Los propios participantes en la acción de protesta de ayer en Moscú admitían que acudió menos gente que en veces anteriores. En varias ciudades rusas, entre ellas Moscú y San Petersburgo, la protesta no estaba autorizada. La Policía de Moscú cifró en 1.500 las personas que acudieron a la Plaza Pushkin, en pleno centro de la ciudad, aunque a todas luces eran por lo menos el doble, muy pocas de todas formas para una metrópoli de más de 12 millones de habitantes.

Hubo mucha policía, porrazos, gases lacrimógenos y, según el proyecto mediático de defensa de los derechos humanos ruso OVD-Info, en todo el país se practicaron más de 1.200 detenciones . En Moscú, fueron arrestadas más de 600 personas, entre ellas Navalni. Y eso sin que por parte de los manifestantes se produjeran desórdenes de importancia.

Pese a la enorme victoria lograda en las elecciones de marzo, Putin no se fía. La revuelta en Armenia, que ahora se mantiene latente a la espera de que su principal dirigente, Nikol Pashinián, sea designado primer ministro el próximo día 8, ha hecho saltar todas las alarmas en el Kremlin.

Ya el viernes empezaron a ser detenidos organizadores de la jornada convocada por Navalni en varias ciudades rusas. El Ayuntamiento de Moscú recordó que la manifestación no había sido autorizada y advirtió que quienes participaran incurrirían « en una provocación irresponsable ».

«Anciano cobarde»

En su vídeo convocando las movilizaciones, difundido este semana a través de Youtube, el dirigente opositor calificaba a Putin de «anciano cobarde, que piensa que es un zar (...) pero no lo es y por eso debemos manifestarnos». Navalni explicaba que el presidente ruso, mediante sus recortes y limitaciones de derechos y libertades, «no nos ha dejado otra alternativa que la calle ».

El 6 de mayo de 2012, justo un día antes de que Putin tomara posesión para su anterior mandato, tuvo lugar una multitudinaria concentración contra su política en la Plaza Bolótnaya, a pocos metros del Kremlin. Las movilizaciones habían comenzado ya en diciembre de 2011. Los enfrentamientos que hubo con la Policía sirvieron de pretexto, no obstante, para detener a 400 manifestantes. Contra 30 de ellos se abrió causa criminal y fueron sentenciados a penas de entre dos y cinco años de cárcel.

Aquellas protestas fueron las que dieron popularidad a Navalni, que fue otro de los arrestados. La vez anterior en ser detenido se remonta al pasado 28 de enero, en otra de sus manifestaciones. Entonces fue para llamar al boicot de los comicios que dieron la victoria a Putin y lo hizo porque su candidatura no fue aceptada por le Comisión Electoral Central al estar inhabilitado a causa de dos procesos judiciales. En cualquier caso, no pudo hacer campaña a favor del boicot electoral, ya que, por orden de un juez, todo el equipo dedicado a ello fue disuelto.

Fue puesto después en libertad con cargos y, tras el arresto de ayer, podría enfrentarse a una nueva pena de prisión menor, de las muchas que ya ha cumplido. Entonces fue acusado de "violar la normativa sobre la celebración de actos públicos", la misma infracción que ya se le imputa referida a la manifestación de ayer, y también de haber golpeado supuestamente a un policía. La última vez que cumplió 20 días de arresto fue en octubre. El Kremlin sigue sin descanso su tarea para desactivar al político que más teme.

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