Detienen a Félicien Kabuga, el «banquero» que financió el genocidio de Ruanda
El empresario fue detenido cerca de París después de 25 años en busca y captura
El hombre más buscado de Ruanda, Félicien Kabuga , fue detenido cerca de París después de 25 años en busca y captura , según informó el sábado el Ministerio de Justicia de Francia. Su detención fue posible gracias a una investigación conjunta de las autoridades francesas y la Fiscalía del Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI). Se espera que en los próximos días sea trasladado a los Países Bajos para comparecer ante el Tribunal Internacional de La Haya.
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Las autoridades francesas arrestaron el sábado a uno de los instigadores del genocidio de Ruanda en 1994 en una operación «sofisticada y coordinada con búsquedas simultáneas en varios lugares», dijo el MTPI en un comunicado. Kabuga, de 84 años, había estado viviendo bajo una identidad falsa en un apartamento en Asnieres-Sur-Seine, al norte de París. «Desde 1994, Félicien Kabuga, conocido por haber financiado el genocidio de Ruanda, había residido impunemente en Alemania, Bélgica, Congo-Kinshasa, Kenia o Suiza», dijo un comunicado del ministerio. Su detención en Francia ha allanado el camino para llevar al fugitivo ante el Tribunal de Apelaciones de París y, posteriormente, ante el tribunal internacional de La Haya. «La detención de Félicien Kabuga es un recordatorio de que los responsables de genocidio pueden rendir cuentas, incluso veintiséis años después de sus crímenes», dijo el fiscal general del MTPI, Serge Brammertz.
Banquero del genocidio
Considerado el «banquero» del genocidio de Ruanda, Kabuga creó un Fondo de Defensa Nacional que proporcionó grandes cantidades de machetes , herramientas agrícolas para ser usadas como armas y vehículos a las milicias radicales hutus para asesinar a cientos de miles de tutsis en un lapso de tiempo de 100 días. Unos 800.000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados a manos de milicias extremistas hutus entre abril y julio de 1994, según cifras de la ONU. En 1997, el empresario ruandés fue acusado de siete cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) emitió la orden de arresto. Por su parte, Estados Unidos, que ha calificado su detención como un «hito para la Justicia internacional», había ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares en 2002 para quien facilitara pistas sobre su paradero. Un año más tarde, Kabuga logró esquivar a las autoridades kenianas, quienes le pisaban los talones.
Los grupos de supervivientes del genocidio han acogido con satisfacción el arresto de uno de los hombres más buscados en Ruanda. Con la detención de Kaguba, la lista de fugitivos por este genocidio se reduce a siete, entre los cuales están Augustin Bizimana y Protais Mpiranya.
