¿Hay que derruir la casa de Hitler para frenar a los neonazis?

El ministro del Interior de Austria, Wolfgang Sobotka, se ha mostrado a favor de derrumbar el hogar del dictador alemán una vez se complete su expropiación

Viena Actualizado: Guardar
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Adolf Hitler (1889-1945) fue el máximo responsable de los millones de muertes que dejó la Segunda Guerra Mundial. Al suicidarse para no ver el final del tercer Raich muchas de sus posesiones quedaron abandonadas, como por ejemplo la casa donde nació. En este sentido, el ministro del Interior de Austria, Wolfgang Sobotka, se ha mostrado a favor de derruir la casa natal del dictador alemán después de que se complete su expropiación, según ha informado la televisión pública ORF. En un programa de esa cadena, Sobotka declaro que esa sería «la solución más limpia» para evitar que el lugar se convierta en un lugar de peregrinación o un santuario para neonazis.

El Gobierno austríaco presentó a finales de mayo un proyecto de ley para expropiar la casa natal de Hitler

y terminar así con una batalla judicial con la propietaria, que se ha negado a vender el inmueble al Estado. «Para evitar esto (que sea un santuario de la ideología nazi) es necesario expropiar esa casa. Hemos tratado de aclarar todas las posibilidades de uso y las opciones de compra con la propietaria, pero todo ha sido en vano», ha afirmado el ministro. Una portavoz del ministro ha matizado después a la agencia austríaca APA que las palabras de Sobotka eran una opinión personal y que una comisión de historiadores será la que ofrezca ideas sobre qué se debe hacer con el edificio una vez expropiado.

Hitler nació en 1889 en una casa en Braunau am Inn, muy cerca de la frontera con Alemania, y aunque su familia pasó allí apenas tres años, su legado ha tenido un enorme peso en esta localidad de 16.000 habitantes. La casa es ahora propiedad de una vecina, aunque desde 1972 el Ministerio del Interior la tiene alquilada y la subarrienda al Ayuntamiento de Braunau por unos 5.000 euros mensuales, una cantidad que el consistorio ha subrayado que no puede afrontar a medio plazo.

En el pasado, se albergó allí una biblioteca, un banco, y más recientemente, un taller de formación de una organización para discapacitados, que dejó el lugar en 2011 para buscar un alquiler más barato. Desde entonces ha surgido un debate sobre qué hacer con el inmueble. El ayuntamiento ha manifestado en repetidas ocasiones el temor de que organizaciones neonazis pudieran alquilarla de forma encubierta y convertir la localidad en un centro de peregrinación para ultraderechistas.

En la actualidad no existen demasiadas referencias sobre el pasado de la casa pintada de color amarillo, solo un monolito de granito procedente de la cantera del campo nazi de Mauthausen que fue colocado allí en 1989, por el centenario del nacimiento de Hitler, y que reza: «Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más el fascismo, millones de muertos lo advierten». Ya en 2012 Austria retiró la tumba de los padres de Hitler en Leonding, en el suroeste de Austria, tras denuncias de que se había convertido en un lugar de peregrinación de ultraderechistas en el que se hallaron símbolos nazis.

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