Miembros de la Policía Federal celebran la caída de Mosul entre las ruinas de la Ciudad Vieja
Miembros de la Policía Federal celebran la caída de Mosul entre las ruinas de la Ciudad Vieja - Reuters

Daesh encaja un nuevo golpe con la difusión de la muerte del «califa» Bagdadi

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos lo confirma y el grupo mantiene silencio

Corresponsal en Jerusalén Actualizado: Guardar
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Apenas 24 horas después de que las autoridades de Irak proclamaran la victoria militar definitiva en Mosul, que vivió su primera jornada de los últimos tres años libre del «califato», el grupo yihadista Daesh podría haber sufrido otro gran golpe. Varios medios iraquíes, como la cadena Al Sumaria, informaron de la muerte del «califa», Abu Baker Al Bagdadi, y aseguraron que Daesh tendría muy avanzadas las gestiones entre su cúpula para elegir a un sustituto.

Al Sumaria citó fuentes próximas a los yihadistas en Tal Afar, ciudad situada a 65 kilómetros al oeste de Mosul, próxima a la frontera con Siria, en la que Daesh tiene su nuevo cuartel general tras la pérdida de Mosul.

Estas fuentes aseguraron que una vez difundida la noticia de la muerte del «califa» se produjeron altercados entre sus más fieles seguidores y algunas voces críticas.

Anoche Daesh no había emitido comunicado alguno sobre un tema tan importante, tal y como suele hacer cuando fallece alguno de sus hombres fuertes.

No es la primera vez que se especula con la muerte de Al Bagdadi, pero en esta ocasión, además de los medios iraquíes, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) también aseguró que estaba en condiciones de «confirmar» su fallecimiento, aunque no aportó detalles al respecto.

A mediados de junio Rusia informó de que el «califa» podría haber muerto en un bombardeo que realizaron sus aviones el 28 de mayo a las afueras de Raqqa, bastión del grupo en Siria que ahora está rodeado por las fuerzas kurdo árabes que respalda EE.UU., en una reunión de mandos del grupo extremista.

Irán, poco más tarde, corroboró esta información del Kremlin, pero fuentes oficiales iraquíes consultadas por la agencia Reuters señalaron que esta mezcla de líder religioso y militar, que lidera el «califato» desde su proclamación en el verano de 2014, nunca habría llegado a cruzar la frontera siria.

En la sombra

De ese verano de hace tres años datan las únicas imágenes que se han difundido del cabecilla, cuando dirigió la oración del viernes en la mezquita de Al Nuri, ahora reducida a escombros por sus propios seguidores en la ciudad vieja de Mosul, para pedir a los musulmanes «obediencia».

Desde entonces se ha erigido como un líder totalmente en la sombra y, exceptuando un mensaje de voz para pedir a los suyos fuerza y resistencia en Mosul ante la ofensiva que acaban de empezar las fuerzas iraquíes con apoyo de la coalición internacional, permanece oculto.

Ese mensaje sonoro e imposible de verificar se difundió en noviembre a través de Al Furqan, medio de comunicación afiliado a Daesh; desde entonces no ha roto el silencio. Esta forma de actuar le ha valido el sobrenombre entre los suyos de «fantasma».

Su paradero es una incógnita, pero los expertos consideran que su posible pérdida «tendrá un efecto menor en la amenaza que supone Daesh para la seguridad global», ya que «el grupo no se ha construido en torno a una persona, sino que está diseñado como organización global con distintas wilayat o provincias», según el último artículo sobre Daesh publicado por el analista de Colin P. Clarke en Foreign Policy.

Estados Unidos ofrece 25 millones de dólares por su cabeza o por pistas que puedan dar con él y, ante estos últimos rumores aparecidos en la prensa iraquí y el OSDH, el Pentágono se limitó a informar que no tiene constancia de la muerte Al Bagdadi.

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