Varias barcas cruzan una calle de París en 1910
Varias barcas cruzan una calle de París en 1910 - ABC

Inundaciones en ParísCuando París se convirtió en Venecia

Las inundaciones que afectaron a la capital francesa en 1910, las más graves de su historia, transformaron las calles en auténticos canales

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las imágenes que llegan desde París durante estos días muestran que la alarma generada por las inundaciones en la capital francesa no puede tomarse a la ligera. El Museo del Louvre, que con 9 millones de visitas es la pinacoteca más visitada del mundo, y el de Orsay, ubicado como el anterior a orillas del Sena, han cerrado sus puertas para mantener a salvo de las aguas las obras de arte que contienen en su interior. El río está desbordado. Según los datos del diario «Le Monde», el nivel actual de sus aguas alcanza los 5,15 metros, cifra todavía lejana de los 8,60 metros de enero y febero de 1910, cuando la capital gala imitó a Venecia.

La convivencia de París con su río, con el agua, resulta evidente a través de la arquitectura de la ciudad.

Los techos abombados de las buhardillas o esa misma forma imitada en las calles pretenden combatir la lluvia, aunque esas argucias no siempre han sido suficiente. En diciembre de 2009, la Biblioteca Histórica de la capital organizó una exposición dedicada a las inundaciones de 1910. Como indica su catálogo, ese fenómeno natural atacó el corazón de la modernidad en la ciudad de inicios del sigo XX, afectando al metro, cubriendo los muelles y llegando hasta la estación de Saint-Lazare, a unos 2 kilómetros de distancia del río.

Las calles de París, retratadas en las fotografías en blanco y negro que muestran los efectos de la inundación, presentan un aspecto propio de los canales de Venecia. Muchas de esas imágenes pueden consultarse ahora en los archivos digitalizados de la Biblioteca Nacional de Francia, en una sucesión de imágenes con calles inundadas, transitadas por barcas y no por coches de caballos, y en ocasiones con puentes construidos a base de tablas de madera. Otra retrata la por entonces estación de trenes de Orsay, ahora sede del Museo que lleva el mismo nombre. Su vestíbulo aparece completamente sumergido.

El vestíbulo de la estación de Orsay, inundado
El vestíbulo de la estación de Orsay, inundado - Gallica/Biblioteca Nacional de Francia

Más allá de la curiosa estampa recogida en esas imágenes, las inundaciones de 1910 mostraron su lado más cruel con los habitantes pobres de París, afectando a sus casas o trabajo. Las pérdidas materiales alcanzaron unos mil millones de euros actuales. Los medios, algunos con vocación sensacionalista, cubrieron los eventos con insistencia. En su portada del 2 de febrero de 1910, el semanario dominical «Le Petit Journal» mostró a un grupo de ladrones saqueando un hogar, pero sorprendidos por la policía. Al pie de una ilustración a toda página, se podía leer: «Malandrines, que se habían colado para robar en una casa abandonada a las afueras de París, sorprendidos y arrestados por los gendarmes».

A solo unos días del inicio de la Eurocopa, con el país atravesado por las huelgas impulsadas por los sindicatos para combatir la «Ley trabajo» o reforma del código laboral galo, las inundaciones que afectan a la capital francesa pueden complicar todavía más la celebración del torneo deportivo.

Ver los comentarios