Un perturbado ya mató en mayo a una persona en un tren de Múnich

No es la primera vez que se registra un ataque de este tipo en Alemania. El pasado mes de mayo un hombre de nacionalidad germana de 27 años apuñaló a cuatro personas en una estación ferroviaria en Múnich al grito de «Alá es grande». El hombre entró en un tren de cercanías, poco antes de las 4.50 hora local, y atacó por la espalda con un cuchillo de unos 10 centímetros de hoja a la primera de sus víctimas, de 50 años, que murió tras ser atendido en el hospital. De vuelta al andén, agredió a una segunda persona y, en la plaza frente a la estación, dos ciclistas que se toparon en su camino sufrieron la misma suerte.

Estas tres personas, de 43, 55 y 58 años, resultaron heridas de gravedad. El agresor fue detenido tras el ataque. En la investigación, llevada a cabo por la Fiscalía de Múnich, se llegó a la conclusión de que el principal móvil fue de índole política, tras haberse descartado su participación en círculos yihadistas al no encontrarse ningún vínculo islamista. Además, el hombre precisaba de tratamiento psicológico y carecía de antecedentes policiales, como confirmó el director de lo Criminal en la Policía de Baviera.

Por el momento, Alemania no ha registrado más atentados de este corte en su territorio, en parte, gracias a la acción de las Fuerzas de Seguridad. Es lo que precisamente pasó en Hannover en mayo de 2015, cuando la Policía se vio obligada a suspender un partido de fútbol entre las selecciones de Alemania y Holanda a tan solo una hora y media de celebrarse. Al encuentro asistían la canciller alemana, Angela Merkel, así como gran parte de su gobierno. Este posible ataque recuerda al de París por la siguiente acción de la Policía: el desalojo de una sala de conciertos en la misma ciudad, en un pabellón con capacidad para 14.000 personas, en lo que podría haber sido un ataque de consecuencias devastadoras. A todo ello, se unieron los cortes en varias líneas de metro, en las que la policía sospesaba la posibilidad de una explosión.

2016 ha incrementado el número de amenazas

2016 ha traído consigo el aumento de la amenaza yihadista en Alemania. En enero se registró lo que la Policía consideró una falsa alarma de un atentado contra una estación de Múnich.

En febrero de este año, la policía detuvo a dos terroristas islamistas de origen argelino que planteaban atacar la céntrica plaza berlinesa de Alexanderplatz. Ambos trabajaban en los aledaños de la zona, y habían reunido la suficiente información sobre la actuación policial en la zona. El principal sospechoso recibió formación militar en Siria, y había contactado con otros islamistas en Berlín y Hannover, donde previamente se había parado otro atentado. Se registraron también cuatro pisos y dos empresas. Finalmente, se detuvo a tres hombres y una mujer, todos argelinos, a pesar de que había un total de cinco sospechosos.

Junio fue el mes en el que se produjo la última amenaza de atentado en el país. La policía detuvo a tres sirios que actuaban en nombre del Daesh en Dusseldorf. Todos ellos planeaban atacar, precisamente, el casco antiguo de la ciudad germánica. Su idea: dos detonarían su chalecos explosivos en el casco antiguo de la ciudad, y los otros realizarían una matanza entre los viandantes con armas de fuego y más bombas. Dos de ellos llevaban preparando el atentado desde hacía dos años, cuando fueron reclutados para la organización terrorista. Habían organizado dicha célula tras un encargo previo a su viaje al país procedentes de Siria.

Todos estos hechos han llevado al Gobierno a mantenerse en vigilancia. La Europol ya advirtió a principios de este año que toda Europa se encontraba en alerta yihadista: «El Daesh tiene voluntad y capacidad para realizar otros atraques en Europa. Todas las autoridades nacionales trabajan para impedirlo».

Alemania forma parte también de la Coalición Internacional que está interviniendo en los territorios de Siria e Irak. Ante la constante pérdida de poder del Daesh, este tipo de ataques podrían considerarse como una venganza realizada contra cada uno de los miembros de dicha Coalición. No hay que olvidar que el país centroeuropeo ha aportado más de mil hombres y seis aviones tornados en Siria. Se calcula que alrededor de 800 alemanes se encuentran actualmente luchando en el país junto al Daesh y recibiendo formación militar por parte de la agrupación terrorista.