Continúa la tragedia en el Mediterráneo: 8.000 desaparecidos desde 2014

Cerca de 400 personas desaparecieron ayer en el último naufragio en el sur de Europa

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El mar Mediterráneo separa África y Oriente Próximo de Europa y constituye la principal barrera natural para las decenas de miles de personas que mes a mes tratan de buscar una vida mejor. Recurriendo a mafias y a embarcaciones en pésimas condiciones, cada año fallecen miles de migrantes en las aguas del Mediterráneo.

Solo entre 2014 y 2016 se han producido 8.000 desapariciones en aguas del Mediterráneo. En estos dos últimos años se han vivido más de ocho naufragios en los cuales han desaparecido 200 personas o más camino del sur de Europa. La mayoría se han producido en la costa de Libia, donde centenares de libios se embarcaban en una ruta camino a Italia. En la última catástrofe, ocurrida el 18 abril de 2016

, la ruta era algo diferente: centenares de inmigrantes – de mayoría de origen somalí – se embarcaron en Egipto camino al sur de Italia.

Abril, el mes más negro

A pesar de la alerta por el elevado número de desapariciones, las cifras no disminuyen año a año. Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones ( OIM), el número de desaparecidos en aguas del Mediterráneo pasó de 3.279 en 2014 a 3.700 en 2015. Y en lo que llevamos de 2016, sin contar la catástrofe del pasado 18 de abril – donde han desaparecido, al menos, 400 migrantes -, ya se cuentan por 737 las víctimas desaparecidas.

Tal y como indica el gráfico, abril de 2015 ha sido, hasta la fecha, el mes más negro. Más de 1.200 personas desaparecieron en las aguas del Mediterráneo. En menos de una semana se produjeron dos de las mayores catástrofes humanas en el mar del sur de Europa. El 13 de abril de 2015, 400 personas desaparecieron en una embarcación que pretendía llegar desde las costas de Libia hasta Italia. Además de estas 400 víctimas, más de 5.000 inmigrantes trataron de llegar a Italia entre el 11 y 13 abril de 2015, con la intención de dejar atrás el conflicto político y bélico de su país.

Cinco días después, el 18 de abril, se produjo un nuevo naufragio, la mayor catástrofe humana en aguas del Mediterráneo. Más de 700 personas dejaron su vida al hundirse el barco pesquero que, desde Libia, se acercaba a la costa italiana. La cifra de desaparecidos es solamente una estimación, puesto que cuerpos sin vida solo pudieron rescatarse 24 y solamente fueron capaces de sobrevivir 25 de los pasajeros.

Misma historia un año después

Nuevamente un 18 de abril, pero de 2016, se ha vuelto a producir una nueva tragedia de dimensiones similares. En esta ocasión, el barco procedente de Egipto, ha naufragado dejando, al menos, 400 desaparecidos. La mayoría, de nacionalidad somalí, etíope y eritrea. De todos los pasajeros de las cuatro barcazas que conformaban el viaje, solo 29 han sido rescatadas con vida. Estas 400 desapariciones en el Mediterráneo deben sumarse a las más de 700 que se han producido a lo largo de año.

El tránsito de inmigrantes camino a Europa no cesa. En lo que va de año, según datos de la OIM, más de 26.000 personas han llegado a las costas italianas, lo que supone un incremente de un 25% respecto al mismo periodo en 2015. Ante esta nueva oleada de migración, el ministro de asuntos exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, ha mostrado su interés por solucionar el problema: “En este momento no se deben levantar muros, sino multiplicar los esfuerzos”.

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