¿Cómo afectará el reconocimiento del genocidio armenio en el Bundestag a las relaciones Alemania-Turquía?

Los analistas alemanes creen que Ankara intenta con su agria reacción sacar más tajada de su colaboración con la UE en el control migratorio

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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A las 12:33 de ayer jueves anunciaba el Bundestag el resultado de la votación a favor de la moción en la que el parlamento alemán reconoce el «genocidio armenio» de 1915. A las 14:45 abandonaba Berlín el embajador turco, Avni Karslioglu, en un avión de Turkish Airlines como primer acto diplomático de protesta. Al mismo tiempo era llamado al Ministerio de Exteriores de Estambul el embajador alemán, que no se encontraba en Turquía en esos momentos, por lo que acudió a la cita el número dos de la Embajada, para recibir la reprimenda de un gobierno indignado por la decisión de los diputados alemanes. A esa misma hora varias docenas de manifestantes nacionalistas protestaban ante el consulado alemán en Turquía con carteles en los que se identificaba a Alemania con el fascismo imperialista y el presidente Recep Tayyip Erdogan hablaba de «serias consecuencias» para las relaciones entre los dos países y varios miembros de su partido pidieron «tomar las medidas necesarias».

Pero en la casa Konrad Adenauer, en el centro de Berlín, nadie teme una ruptura de relaciones, ni nada parecido. El experto en Asuntos Externos de la Unión Cristianodemócrata, Jürgen Klimke, considera más bien que la escenificación de la indignación turca tiene por objeto poner en valor la cooperación de este país en la gestión de la crisis de los refugiados y obtener una subida del precio de esa colaboración. «Lo más probable es que Erdogan utilice la votación del Bundestag como prenda para exigir mayores beneficios a cambio de la recepción de refugiados en su país», explica Klimke.

La UE planea transferir hasta el final de julio mil millones de euros para los refugiados sirios en Turquía desde el fondo denominado «intercambio de carga». Johannes Hahn, comisario de Política Europea de Vecindad y Negociaciones de Aplicación de la UE, ha informado que cerca de 200 millones de euros de los 3.000 millones comprometidos han sido ya enviados a Turquía y desde Estambul se reciben peticiones de acelerar el trasvase. Los expertos de la CDU esperan que Erdogan rentabilice el creciente malestar para obtener antes las cantidades prometidas y sujetas a supuestas modificaciones legales, como la de la Ley de Lucha ante terrorista, que por ahora se niega a cambiar

Algunos analistas, como Ertugrul Özkök, habitual de la prensa alemana y ex redactor jefe del periódico turco Hürriyet, considera que «todos los países cuyos parlamentos nacionales han reconocido el genocidio armenio se han ganado la enemistad, no solamente de los políticos turcos, sino también de la sociedad turca» y advierte que esa enemistad sociológica es «nada despreciable». Lo dice, seguramente, teniendo en cuenta que en Alemania vive una comunidad turca compuesta por unos tres millones de personas. Unos 150.000 de ellos viven en Berlín, la segunda ciudad del mundo por población de origen turco después de Estambul.

Protestas de turcos en Alemania

Miles de turcos se han reunido en los últimos días para protestar contra la moción parlamentaria en Berlín, Hamburgo, Hannover, Frankfurt y Colonia, convocados por 20 organizaciones no gubernamentales como la Comunidad Turca de Berlín (TGB), la Unión de Turcos Demócratas de Europa (UETD), las Asociaciones Ideológicas de Ataturk en Europa y la Asociación del Estado de Berlín. En estas manifestaciones se gritaban consignas como «el Bundestag no tiene tal autoridad», «los parlamentos no son tribunales», «los diputados no son jueces», «esperamos que se respete la resolución de la Corte Europea de Derechos Humanos del 15 de octubre de 2015».

El presidente de la Asociación de la Comunidad de Turcos de Berlín, Bekir Yılmaz, advierte que «esto creará una seria ruptura entre los turcos en Alemania y se debilitará la confianza sentida hacia la sociedad alemana». La presidenta de la Asociación Ideológica Atatürk en Berlín, Olcay Başeğmez, advierte de que una resolución es una «expresión de odio» y que la población de origen turco «ya no puede sentirse en casa» en Alemania.

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