Una comisión investigará si Johnson mintió al Parlamento británico sobre las 'partygate'

El proceso se retrasará hasta que Scotland Yard ponga fin a sus pesquisas y publique su informe

La moción se aprobó de forma automática sin votación porque no hubo objeciones

El primer ministro británico, Boris Johnson, responde preguntas ante el Parlamento Reuters | Vídeo: ATLAS
Ivannia Salazar

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Pese a que muchos creían que la guerra en Ucrania había salvado a Boris Johnson de las consecuencias del ‘partygate’, el escándalo de las fiestas ilegales en Downing Street durante el confinamiento para evitar los contagios de Covid-19, ayer se aprobó una moción del Partido Laborista para que una comisión parlamentaria investigue si el primer ministro británico mintió sobre estos eventos en la Cámara de los Comunes.

El martes, el «premier» pidió perdón una vez más en lo que supuso, además, un intento de evitar dicha investigación por parte de la Comisión de Privilegios. Pero sus esfuerzos fueron finalmente infructuosos. Eso sí, el proceso se retrasará hasta que Scotland Yard ponga fin a sus pesquisas y a que Sue Gray, la encargada de la investigación interna, no publique su informe completo, lo que podría prolongar la resaca de esta polémica durante varias semanas más.

Las declaraciones de Johnson en la Cámara diciendo que «en todo momento se siguieron las normas» están en entredicho, después de que él mismo se convirtiera en el primer ministro británico en ser sancionado por violar la ley tras ser multado por las autoridades por acudir a una de las fiestas, que además se llevó a cabo para celebrar su cumpleaños. Y ahora es, además, también el primer ministro en ser investigado por supuestamente haber engañado de forma deliberada al Parlamento.

Decepción en los 'tories'

Aunque el gobierno tenía lista una enmienda para la moción, la retiró justo antes del debate, que se extendió durante unas cinco horas y en el que solo dos ‘tories’ expresaron su apoyo absoluto al «premier», lo que para muchos es un reflejo de la decepción que hay en las filas conservadoras con respecto a su comportamiento.

La votación no se produjo al no haberse objetado la moción, por lo que se aprobó de forma automática. El líder de la oposición, Keir Starmer, consideró que Johnson es ahora mismo «incapaz de liderar». «Creo que el primer ministro perdió la confianza, no creo que tenga la autoridad moral para liderar y creo que debería irse», declaró, y añadió que aunque no puede forzar esa salida , son «sus propios parlamentarios» a quienes pidió que «reflexionen sobre la situación en la que se encuentran y decidan por sí mismos si todavía están preparados para seguir defendiendo lo indefendible. No creo que deban hacerlo. Creo que deberían pedirle que se vaya».

Para Starmer, «el país está pidiendo a gritos un cambio» y «mucha gente piensa que debería renunciar, incluidos algunos de sus propios diputados». Por ello, la moción de su partido, explicó, fue diseñada para « defender el simple principio de honestidad , integridad y de decir la verdad» en la política. «Es un principio británico. Es un principio que ha sido apreciado por los conservadores desde que existe su partido», señaló, y el «premier» ha sido acusado de «abusar de ese principio repetida, deliberada y rutinariamente» al «engañar a esta casa sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante el confinamiento».

El líder de los nacionalistas escoceses en Westminster, Ian Blackford, aseveró por su parte que Johnson había «mentido para evitar que lo atraparan, y una vez que lo atraparon, mintió nuevamente» y Ed Davey, cabeza de los liberal demócratas, lo acusó de estar demasiado «distraído» por el ‘partygate’ como para liderar el país. «Los parlamentarios conservadores estaban, claramente, demasiado avergonzados para respaldar al primer ministro hoy, pero me temo que son demasiado débiles para despedirlo», declaró a la BBC.

Cincuenta sanciones

Sin embargo, las acusaciones más significativas llegaron desde la bancada conservadora, cada menos tolerante con lo sucedido. Por ejemplo, el ‘tory’ William Wragg, que ya ha pedido la dimisión del primer ministro, dijo que todo este escándalo de las fiestas en las dependencias del gobierno le ha hecho «cuestionar mi lugar en este partido en los últimos meses» y le pidió a sus compañeros que para «mantener la confianza de los votantes» es necesario que «hagan lo correcto».

«He estado tentado a perdonar, pero tengo que decir que ahora esa posibilidad realmente, para mí, no existe», zanjó. También Steve Baker instó a Johnson a renunciar y aceptar que para él, «el trabajo terminó».

Por otro lado, el diario ‘The Telegraph’ reveló que la policía no proporcionará más actualizaciones sobre las multas de ‘partygate’ hasta después de que hayan concluido las elecciones locales de mayo. Hasta el momento, han sido emitidas cincuenta sanciones, que incluyen la del «premier», la de su esposa Carrie Johnson y la del ministro de Finanzas, Rishi Sunak.

Johnson, que emprendía un viaje a la India mientras los parlamentarios debatían sobre su futuro, expresó no sentirse preocupado por la investigación del comité y dijo que ahora quiere «centrarse en lo que importa para el futuro del país ». «La Cámara de los Comunes puede hacer lo que quiera», dijo, pero puntualizó que «no creo que eso deba suceder hasta que se complete la investigación» de la autoridades policiales.

Si el comité, que examinará toda la evidencia disponible y que incluye más de 300 fotografías en manos de la policía, concluye que mintió, podría recomendar una sanción que podría incluir una suspensión o expulsión del Parlamento, pero dicha recomendación debe ser aprobada por la Cámara.

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