Colombia decide hoy quienes serán los rivales de Gustavo Petro en la primera vuelta de las presidenciales
Los colombianos también votarán este domingo para renovar a sus representantes en el Congreso
Las elecciones de este domingo inauguran para los colombianos el trimestre electoral más complejo en su larga historia democrática. En una sola jornada, lo primero que los 38.8 millones de ciudadanos habilitados para votar deberán elegir es el número de tarjetones que querrán marcar. Ahí empieza el galimatías que ha marcado este proceso electoral, que ha llevado a muchos candidatos a sostener duras confrontaciones políticas, y ha despertado interrogantes en torno a las garantías de transparencia por parte de la Registraduría, entidad estatal responsable de la logística y de la entrega de los resultados.
El tema no es una exageración: para todos los electores estará disponible un tarjetón para Senado , que es de circunscripción nacional (108 curules y 934 candidatos) y otro para la Cámara de Representantes (187 escaños para 1.498 aspirantes), que incluye los candidatos de circunscripción departamental. Hasta ahí, todo va bien. Pero si el elector pertenece a una comunidad indígena podrá pedir el tarjetón de Circunscripción Indígena , y si es afro, el correspondiente para dicha comunidad étnica. A esto se suma otro tarjetón si ese mismo votante pertenece a una de las 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz , que son asientos destinados a las víctimas del conflicto armado, como lo estableció en Acuerdo de Paz firmado en 2016, para las cuales se presentan 403 candidatos que solo podrán ser votados en los 164 municipios identificados como los más afectados por el conflicto interno.
Como si fuera poco, por primera vez en la historia se elegirán candidatos presidenciales a partir de la votación por coaliciones , que son frentes electorales conformados por alianzas entre varios partidos o movimientos políticos y donde cada uno designa a su precandidato presidencial, todos compiten contra todos bajo ese mismo toldo ideológico y quien saque la mayor votación será el candidato oficial por dicha coalición para la primera vuelta presidencial el próximo 29 de mayo . Son tres coaliciones –Pacto Histórico, de izquierda; Centro Esperanza, de centro escorado a la izquierda, y Equipo Colombia, con candidatos del centro derecha. Cada coalición tiene su propio tarjetón, pero los jurados de mesa no lo van a ofrecer y está en manos del votante solicita alguno de los tres. Todos sumados, son 15 candidatos más que le añaden complicaciones a la gente.
Tal vez, ante el enredado proceso para votar, la falta de pedagogía estatal y el gran número de candidatos, los colombianos prefieran quedarse en sus casas y guardar energías para la primera vuelta presidencial aumentando el porcentaje de abstención de las elecciones legislativas de 2018, que fue del 51%.
¿Pacto, esperanza o experiencia?
Sin embargo, en estas elecciones es mucho más lo que está en juego. Detrás de todo este ruido de candidaturas y de muchas propuestas sin asidero en la realidad social y económica del país, lo que realmente se está dando es el tira y afloje entre quienes ofrecen un cambio más radical y profundo y aquellos que reconocen la necesidad de cambio, pero a partir de ajustes graduales. Visto desde el Congreso y si las encuestas están en lo cierto, eso significa que Colombia podría tener por primera vez un Legislativo donde la izquierda y la centro-izquierda tendrán el suficiente número de escaños como para frenar las iniciativas de sus colegas de la derecha. Y es en este punto donde el muy cuestionado ejercicio de las coaliciones cobra relevancia.
Este domingo los colombianos también definirán los nombres de quienes competirán contra Gustavo Petro , líder del Pacto Histórico, en la primera vuelta presidencial y, seguramente quien llegue a ser su contendor en una eventual segunda vuelta. Y allí es donde el resultado de la conformación del Congreso será crucial para quien quiera llegar a la Casa de Nariño en el mes de agosto. Son los senadores y representantes los que tiene la maquinaria electoral regional bien engrasada para mover los votos para las presidenciales.
Lo que se sabe de antemano es que Gustavo Petro, quien en 2018 perdió la presidencia frente a Iván Duque , será el candidato oficial de la alianza entre los diversos movimientos y partidos de izquierda del país. El hoy senador-candidato es quien tiene la mayor intención de voto para ser el próximo mandatario, aventajando a todos sus posibles contendores con más de 20 puntos de diferencia. Para Petro, por tanto, estas elecciones resultan importantes porque le permiten demostrar que tiene las bases suficientes (calculan entre cuatro y seis millones de votos por su coalición) para lograr el triunfo presidencial en la primera vuelta, cuando además salen a votar más colombianos. Mostrarse como triunfador y con 20 curules en manos de la izquierda le dará a Petro con qué negociar para sumar otros partidos y más políticos a su causa .
Por su parte, la Coalición de la Esperanza, que se quedó corta ante la promesa de ser la renovación de la política y un espacio amplio para albergar a millones de colombianos que no se identifican con la polarización entre izquierda y derecha, espera poner el candidato con capacidad para enfrentarse a Petro. Ese sería Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia.
En las filas del Equipo por Colombia, coalición de centro derecha, quien registra una mayor intención de voto es Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín y opción para muchos partidarios del Centro Democrático, partido hoy en el Gobierno. Todas las encuestas coinciden en que entre Petro, Fajardo y Gutiérrez está el próximo presidente. Y es sobre ellos y los escaños logrados en el Congreso hacia donde estarán apuntado los reflectores de la noche, los cuales marcan la ruta final hacia las elecciones presidenciales.
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