El cierre de la Administración en EE.UU., en un callejón sin salida
La Casa Blanca amenaza con cerrar a cal y canto la frontera con México
No solo no hay acuerdo entre el presidente y los demócratas una semana después del cierre de la Administración norteamericana. Además Donald Trump amenazó ayer con cerrar totalmente la frontera con México. Con esa orden, la Casa Blanca impediría el cruce de trabajadores, turistas y mercancías a EE.UU. por tierra desde el sur. Todo, por la negativa de la oposición a ofrecerle un presupuesto que incluya los 5.700 millones de dólares (5.000 millones de euros) que necesita para construir un muro a lo largo de la frontera.
Ya hay 800.000 funcionarios norteamericanos suspendidos de sueldo. La mitad deben trabajar sin salario. Hacienda ha dejado de funcionar. Los museos públicos, parques y monumentos cerrarán sus puertas en los próximos días. Los fondos para tramitar visados y pasaportes se agotarán en teoría en unas semanas. El Senado tiene previsto reunirse el lunes. El presidente ha cancelado sus vacaciones de fin de año en Florida. Pero no hay acuerdo a la vista. Los demócratas se niegan a financiar el muro de Trump y este promete alargar el cierre tanto como considere necesario.
A la parálisis del Gobierno, el presidente amenaza con añadirle el aislamiento respecto a sus vecinos latinoamericanos. En un mensaje en Twitter, dijo ayer que cerrará toda la frontera «si los demócratas no ceden con el dinero para el muro». Además, advirtió de que congelará todas las ayudas a Honduras, Guatemala y El Salvador, los países de los que proceden la mayoría de inmigrantes que cruza ilegalmente a EE.UU. para solicitar asilo.
Oportunismo político
El cierre, que afecta a un 25% de la Administración, está teniendo ya efectos muy reales, sobre todo en áreas que la Casa Blanca considera no esenciales, como la investigación científica. La NASA ha relevado temporalmente de empleo y sueldo a 15.000 empleados. Permanece un retén para labores de apoyo a la Estación Espacial Internacional. Han quedado paralizadas investigaciones en las agencias de investigación marítima, geológica y agrícola.
La previsión de la Casa Blanca es que el cierre dure hasta ya entrado el año nuevo. Hay en ese cálculo cierto oportunismo político: la nueva legislatura quedará inaugurada el 3 de enero, cuando los demócratas ocupen la mayoría en la Cámara de Representantes. Nancy Pelosi volverá entonces a ocupar la presidencia de esa cámara baja, el puesto más visible y relevante para hacerle la oposición a Trump. La toma de posesión ha quedado ahora empañada por la batalla por el muro.
La exigencia del presidente es que los republicanos y los demócratas se pongan de acuerdo en el Capitolio para enviarle a la Casa Blanca un presupuesto que incluya los fondos para el muro. A pesar de una serie de largas negociaciones, no ha habido consenso en el Senado. Ante la amenaza de veto de Trump, el presupuesto se agotó el 22 de diciembre, sin prórroga a la vista.
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