Los chalecos amarillos «libres» critican la deriva radical del movimiento

Cuando los servicios de seguridad del Estado dicen «detectar» riesgos de violencia grave y creciente, han aparecido chalecos amarillos «libres» que piden a sus simpatizantes que no participen en las manifestaciones de mañana sábado en París

Manifestantes del colectivo chalecos amarillos protestan contra la subida de los impuestos a los carburantes EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hace días, Benjamin Cauchy y Jacline Mouraud oficiaron en algunas ocasiones de portavoces oficiosos y auto proclamados de la primera «ola» de chalecos amarillos . Ante la inquietante evolución de la crisis, ambos han decidido manifestarse públicamente en tanto que chalecos amarillos «libres».

Desde Toulouse, Benjamin Cauchy ha declarado haber recibido «amenazas de muerte» lanzando este llamamiento personal: «No hay que participar en las manifestaciones de París. Son una trampa ».

Es muy difícil saber hasta qué punto los nuevos chalecos amarillos «libres» son más o menos representativos: tampoco tienen organización ni programa concreto. Cauchy es un «histórico» del movimiento que dice hablar «con experiencia».

Desde la Bretaña, Jacline Mouraud, otra histórica, hace un análisis muy semejante. Dice sufrir amenazas, ante sus críticas contra la evolución de los chalecos amarillos, agregando: «No tengo claro que medida pudiera frenar el movimiento, que ha tomado un rumbo imprevisible».

Ante es aparente división de los chalecos amarillos, entre varias sensibilidades, no siempre compatibles, los sindicatos CGT y FO han decidido desconocer su llamamiento a la huelga de los camioneros.

Hace días, los sindicatos anunciaron su proyecto de sumarse a la fronda nacional contra Emmanuel Macron , lanzando una convocatoria de huelga nacional de camioneros, dispuestos a sumarse al movimiento de los chalecos amarillos.

Desconvocando la huelga, CGT y FO parecen responder a la petición de ayuda y socorro lanzada por Emmanuel Macron, reclamando «ayuda» a los sindicatos, los partidos políticos y la patronal para evitar una «deriva» imprevisible. Los partidos políticos siguen criticando al presidente de la República, pero han moderado su lenguaje, afirmando que no desean «echar aceite al fuego».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación