La Casa Blanca no guardó registros telefónicos de Trump durante siete horas del día del asalto al Capitolio
Las heridas abiertas del asalto al Capitolio, una insurrección en la era de Instagram
La Casa Blanca anota todas las actividades del presidente de EE.UU.: llamadas, reuniones, encuentros, discursos… Todo queda apuntado en el llamado 'diario presidencial' y en los registros de llamadas del Gobierno de EE.UU. y almacenado en los Archivos Nacionales. Los papeles del 6 de enero del año pasado, sin embargo, muestran un agujero de más de siete horas y media en los registros telefónicos del entonces presidente de EE.UU., Donald Trump . Aquel no fue un día cualquiera: una turba 'trumpista' asaltó el Capitolio de EE.UU. para tratar de evitar la certificación del ganador de las elecciones de 2020, Joe Biden, como presidente de EE.UU. Durante lo peor de aquel episodio bochornoso y trágico, alentado por Trump en un mitin previo, no quedaron huellas telefónicas del presidente.
Dos medios estadounidenses, 'The Washington Post' y la cadena CBS, han tenido acceso a los documentos que muestran la laguna en los registros de la Casa Blanca. Son documentos que hace pocas semanas fueron entregados por los Archivos Nacionales al comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio (liderado por demócratas, pero con la presencia de algunos republicanos, como Liz Cheney ).
En ellos se ve que Trump , una persona que vive atada al teléfono y que prefiere la conversación en primera persona a teclear mensajes, no mantuvo ninguna llamada entre las 11.17 de la mañana de aquel día y las 6.54 de la tarde, el periodo de tiempo en el que se sucedieron el mitin para llamar a la lucha contra los resultados de las urnas y el asalto a la sede de la soberanía popular.
Diversas informaciones periodísticas han revelado que Trump mantuvo conversaciones en ese periodo de tiempo -con senadores de su cuerda, como Mike Lee o Tommy Tuberville, o con el líder republicano en la Cámara Baja, Kevin McCarthy - que sin embargo no tuvieron registro oficial.
Los registros sí muestran varias llamadas antes y después de ese agujero, entre otras, con Steve Bannon , el que fuera director de la campaña electoral de Trump en 2016 y estratega jefe de la Casa Blanca, además de agitador principal contra el resultado de las urnas. Bannon habló con Trump para que presionara a su vicepresidente, Mike Pence, para que evitara la certificación de Biden (el vicepresidente ejerce como presidente del Senado), a lo que Pence se negó.
No está claro por qué no hay registros de llamadas. Es poco probable que Trump, en plena vorágine de los acontecimientos, entre presiones abundantes para que llamara a los asaltantes a que abandonaran el Capitolio (acabó por hacerlo), no hablara con nadie por teléfono.
Lo que se sabe es que el comité de la Cámara investiga si el presidente se comunicó a través de un canal oculto, si utilizó teléfonos de gente de su equipo o si usó teléfonos desechables, que no dejan rastro (en un comunicado al 'Post', Trump defendió que ni siquiera sabe lo que es un teléfono desechable , aunque hay indicaciones de lo contrario). O si, de alguna manera, los registrados de llamadas fueron eliminados de la documentación que acaba en los Archivos Nacionales.
También se sabe que Trump buscó a toda costa que esos documentos no acabaran en el comité investigador. Demandó a los Archivos Nacionales para bloquear su entrega, pero el Tribunal Supremo, con mayoría amplia conservadora, le negó la razón (el único juez que votó en contra fue Clarence Thomas ; hace pocos días se conoció que su mujer se comunicó aquellos días con el jefe de Gabinete de Trump para apoyar los esfuerzos que buscaban dar la vuelta a los resultados de las urnas).
La ausencia de registros contribuye a las presiones para que el Departamento de Justicia abra una investigación, como ha hecho la Cámara Baja, para determinar si Trump cometió crímenes en su intento de descarrilar la certificación como ganador de Biden . La semana pasada, un juez federal escribió en un auto que «es más probable que improbable» que esto ocurriera. El magistrado lo afirmó en una decisión sobre la entrega a la comisión legislativa de las comunicaciones entre el expresidente y John Eastman, un abogado que asesoró a Trump sobre cómo impedir la certificación de su sucesor.
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