Cameron sufre con las preguntas del público en televisión

La campaña para la permanencia del Reino Unido en la UE en el referéndum de dentro de tres semanas descansa en gran medida en el prestigio personal de David Cameron. Pero a tenor de lo que se vio en la noche del jueves en Sky, la televisión de Murdoch, los euroescépticos tienen motivos para preocuparse. En su primera gran entrevista televisiva de la campaña, el primer ministro se encontró con una audiencia muy hostil, un centenar de espectadores con derecho a preguntar, que llegaron de acusarle de «hipocresía», «alarmismo» y «charlatanería».

El entrevistador, el periodista Faisal Islam, corresponsal político de la cadena, directamente se mofó de los riesgos del Brexit que viene enunciando Cameron en su campaña: «Primer ministro: ¿Qué vendrá antes? ¿La recesión por el Brexit o la Tercera Guerra Mundial?».

El público prorrumpió en una carcajada coral. Cameron, visiblemente molesto, tachó al periodista de «frívolo». «Lea en mis labios: las palabras Tercera Guerra Mundial nunca los han tocado. Creo que está siendo usted increíblemente frívolo en esto».

Cameron reconoció que «la UE es una organización que a veces me vuelve loco», pero insistió en que el país está mejor dentro de ella, sobre todo por las ventajas económicas de su mercado único.

Pero la audiencia le hizo sudar y por momentos casi se le vio desbordado, a pesar de que la seguridad escénica es una de las cualidades que lo distinguen como político. «Usted dijo que Sadiq Khan no era un político fiable y solo dos semanas aparece dando un mitin con él. ¿No es esto un ejemplo de su alarmismo e hipocresía?», preguntó un empleado autónomo desde el graderío de la audiencia. Cameron replicó que la campaña de las municipales había sido «muy viva» y que ahora están en otro momento, Khan ya es el alcalde electo y ahora defienden juntos interés general del país.

Por supuesto sobrevoló el ambiente la gran prima donna de esta campaña, Boris Johnson. Le preguntaron si lo veía un primer ministro. Cameron evitó responder a eso, pero sí dijo que «ha sido un gran alcalde de Londres y le queda mucha gasolina en el depósito».

La estrella de la noche

Quien se convirtió en la estrella de la velada fue una estudiante de Literatura de la Universidad de Southampton, de 22 años y padres marroquíes, Soraya Bouzzaoui. Partidaria de la permanencia, acusó a Cameron de no hacer una campaña a favor de la UE en positivo y limitarse solo a asustar. Cuando el primer ministro le comenzó a contestar, lo interrumpió con la frase más comentada de la noche: «Soy estudiante de Literatura. Sé muy bien cuando tengo delante a un charlatán». La joven también expresó su temor a una entrada de Turquía en la UE. Cameron aseguró hiperbólico que «a este paso no se incorporarán ni en 3.000 años».

Sobre el tema más caliente del debate, la inmigración, con 330.000 extranjeros de saldo neto el año pasado, el primer ministro desmintió a Boris Johnson y Michael Gove y aseguró que es posible cumplir dentro de la UE su promesa fallida de bajar la cifra a cien mil por año.

Esta vez la magia de Cameron no funcionó en el plató. Tendrá otra oportunidad en la ITV el día 7 y el 19 en la BBC, con el programa «Question time». El 21 de junio, la BBC ofrecerá el gran debate final, todo un espectáculo desde el estadio de Wembley, sede de los partidos de la selección de Inglaterra. Los políticos cada vez lo tienen más difícil ante el público, pues se percibe que ha caído el respeto a sus representantes, tal vez por el mundo de igualdad y crítica a degüello que ha fomentado internet y sus redes sociales.