Rousseff pasea ayer en bicicleta cerca de su residencia oficial
Rousseff pasea ayer en bicicleta cerca de su residencia oficial - AFP

BrasilDilma Rousseff hará hoy un último esfuerzo por mantenerse en el poder

La presidenta brasileña ha preparado durante el fin de semana un discurso junto a senadores y asesores

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Dilma Rousseff se prepara para el que será uno de los días más importantes de su vida y de la historia de Brasil. Desde la biblioteca de la residencia presidencial de Alvorada, en Brasilia, la mandataria ha recibido a senadores y a sus asesores para ensayar el que puede ser su último discurso presidencial. La presidenta suspendida trata de evitar, con pocas posibilidades, que dos tercios, 54 de los 81 senadores, confirmen su destitución.

La decisión de Rousseff de defenderse a sí misma y enfrentarse a los senadores, muchos de ellos antiguos aliados, e incluso ministros de su Gobierno, sorprendió a los parlamentarios. La estrategia de Rousseff, considerada su jugada final para sobrevivir, es avergonzar a sus verdugos antes de la votación que definirá su regreso al poder o el fin de su carrera política.

Pese a su mala fama como oradora, Rousseff sabe ser contundente y emocionar cuando trata temas personales, como sus luchas contra la dictadura, su victoria sobre un cáncer linfático, así como al recordar su prisión y la violencia de las torturas que sufrió en la juventud. La primera mujer presidenta de Brasil llegará acompañada por al menos 35 personas, entre amigos, artistas, parientes y correligionarios del PT. Entre las presencias más importantes se espera la del expresidente, Lula da Silva, y la del compositor y cantante, Chico Buarque, uno de los más importantes del país.

Ganar votos

En un discurso de media hora, que puede ampliarse treinta minutos más, Rousseff debe defenderse de las acusaciones de que realizó maniobras contables prohibidas. Su principal argumento será que no cometió crimen de responsabilidad y que el juicio es injusto. Según asesores cercanos y miembros del PT, la presidenta evitará la palabra «golpe» que ha reiterado hasta el cansancio ante los manifestantes que la apoyan. La idea es ganar votos y no caldear los ánimos en el hemiciclo, que ya está bastante tenso.

Por su parte, el presidente interino, Michel Temer, aguarda ansioso la derrota de su antigua compañera, probablemente el martes, para viajar a la reunión del G20, en China, como mandatario oficial.

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