La tensión crece en Bielorrusia por momentos. Un camión no ha atropellado a un manifestante entre los gritos de quien lo presenciaba, de milagro. La policía intenta disolver cualquier concentración como puede, con gases e incluso con artefactos explosivos. Auténticas batallas campales que se saldan con varios detenidos en no muy buen estado y disolviendo cualquier intento de concentración, con un manifestante muerto y decenas de detenciones. Protestan por el posible amaño de la reelección, con un 80 %, del presidente Alexander Lukashenko. Unas elecciones que han sido criticadas incluso por países como Alemania que señala que habría habido irregularidades sistemáticas y no se han cumplido los estándares democráticos mínimos. Los manifestantes mientras tanto no piensan abandonar las calles.-Redacción-
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