Batalla campal en los campos elíseos en una nueva protesta de los «chalecos amarillos»

Las fuerzas antidisturbios tuvieron que dispersar a los manifestantes con bombas lacrimógenas y destruir las barricadas con cañones de agua

Los «chalecos amarillos» protestan en las inmediaciones del Arco de Triunfo J.P.Q

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La segunda jornada de acción del movimiento de los «chalecos amarillos» movilizó a centenares de millares de franceses de la más diversa condición en toda Francia. En París, los enfrentamientos entre una franja radical del movimiento y las fuerzas del orden se transformaron en una batalla campal en los Campos Elíseos, con levantamiento de efímeras barricadas destruidas expeditivamente con cañones de agua y bombas lacrimógenas.

Mientras el resto de Francia se movilizaba cortando carreteras y autopistas , en París, los grupúsculos radicales se pusieron al frente del movimiento hacia las once de la mañana, en los Campos Elíseos, a quinientos metros del Palacio del Elíseo.

J.P.Q

Cuando decenas de millares de «chalecos amarillos» se pusieron en marcha al grito de «¡Al Elíseo..!» las tanquetas de las fuerzas antidisturbios lanzaron su propia ofensiva, con cañones de agua y lanzamiento masivo de bombas lacrimónegas.

El movimiento comenzó un repliegue en dirección al Arco del Triunfo, cortando el tráfico, instalando rudimentarias y efímeras barricadas, que los antidisturbios fueron destruyendo en sucesivas operaciones, a paso de carga.

Todas las inmediaciones de los Campos Elíseos quedaron cortadas. Los antidisturbios cerraron todas las entradas y salidas de la avenida más emblemática de Francia. Comenzó una batalla campal que culminó con incendios localizados y un detalle espectacular, tras cinco horas de tensión, no se registró ninguna violencia directa contra escaparates y comercios.

Los manifestantes colocan barricadas en las calles de París J.P.Q

A la altura del Arco del Triunfo, construido a mayor gloria de las campañas militares de Napoleón, la tensión volvió a cobrar dimensiones llamativas a última hora de la mañana. A lo largo de la avenida de los Campos Elíseos, los «chalecos amarillos» se «refugiaban» y jugaban al «ratón y al gato» con las fuerzas del orden, que se emplearon enérgicamente en disolver las reuniones.

La batalla campal en los Campos Elíseos tuvo en carácter espectacular, con pocos precedentes, en las últimas décadas. En el resto de Francia, a primeras horas de la tarde del sábado, centenares de millares de «chalecos amarillos» se manifestaron, cortaron carreteras y autopistas sin enfrentamientos llamativos ni espectaculares.

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