Austria teme la aparición de una ruta alternativa desde Italia

Austria se ha declarado en situación de alarma frente a Italia. Con el cierre de la ruta de los Balcanes se teme que puedan llegar 300.000 inmigrantes a Italia como vía alternativa. Una cifra que dobla la de los 150.000 inmigrantes llegados el año pasado. La tensión entre Italia y Austria es notable porque Viena, para evitar un flujo incontrolado de inmigrantes, quiere endurecer los controles en la frontera con Italia y advierte incluso de que podría enviar al Ejército y cerrarla totalmente. Contra esta política de muros en Europa se registró ya el pasado fin de semana una protesta de jóvenes de centros sociales que se enfrentaron con la policía austriaca, registrándose varias detenciones y agentes heridos.

En Italia han saltado todas las alarmas porque el plan austriaco supondría un duro golpe al tráfico y a la economía italiana, además de mostrar las debilidades de la Europa de las libertades a causa de la inmigración.

Los datos son muy significativos: por el paso fronterizo del Brennero pasan, en jornadas normales, 40.000 vehículos al día, cifra que se duplica en periodos de mayor tráfico. Además por esta arteria circulan gran parte de las exportaciones por valor de 50.000 millones de euros a Alemania, el principal cliente de Italia.

Las organizaciones Confcomercio y Conftrasportes han emitido un comunicado en el que señalan que «peligran» 140.000 millones de euros al año en intercambios comerciales que se realizan a través de los pasos fronterizos con Austria. La dimensión del tráfico y de los intercambios es de tal magnitud que un control en la frontera de pocos segundos sería suficiente para producir una congestión infernal. Baste señalar que entre las 5 de la mañana y las 10 de la noche de una jornada tranquila cruza el paso del Brennero desde Italia un camión Tir cada siete segundos.

El Gobierno austriaco ha confirmado el endurecimiento de las medidas porque desea evitar a toda costa que se repita la situación del pasado año: 700.000 extranjeros llegaron a Austria en 2015 y 200.000 se quedaron.

Presionar a Roma

Con el objetivo de ejercer una mayor presión sobre el Gobierno italiano, este viernes llegó a Roma la ministra austriaca del Interior, Johann Mikl-Leitner, quien dejó claro que en la entrevista con su colega italiano, Angelino Alfano, le informó de «las medidas que adoptaremos si hay un flujo incontrolado de inmigrantes».

Los temores de Viena de un flujo incontrolado en la frontera con Italia no son infundados. En Roma el Ministerio del Interior estima que desde esta primavera, con el aumento de los desembarcos en las costas italianas, gracias al buen tiempo, cada día intentarán cruzar la frontera con Austria entre 2.500 y 3.500 extranjeros sin permiso.